Extraen trozos de cuchillo del cráneo de paciente

La falta de tecnología y los riesgos impidieron la extracción del cuchillo en el pasado

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Un equipo de ocho profesionales, entre anestesista, neurocirujanos y enfermeras, estuvo a cargo del procedimiento de alto riesgo realizado ayer. En un tiempo aproximado de siete horas. foto edh / oscar mira

Por Mireya Amaya nacional@eldiariodehoy.com

2013-03-21 8:30:00

Jorge Alberto González, de 44 años, fue sometido ayer a un acceso de base craneal para extraerle los fragmentos de un cuchillo, los cuales estuvieron incrustados en su cabeza por 18 años a causa de un ataque de huele pegas.

La cirugía fue exitosa, de hecho el paciente recobró el reconocimiento pocas horas de salir del quirófano, en donde pasó un aproximado de siete horas.

Un equipo de médicos del Instituto de Neurociencias del Hospital de Diagnóstico fue el responsable de la cirugía, la cual estuvo bajo la dirección de los doctores Eduardo Lovo, Mario Minervini y Rodolfo Milla.

Lovo aseguró haber estado ante un caso fuera de serie, el cual nunca había sido registrado. “Lo más singular es que este señor ha andado con esta pieza metálica por 18 años de su vida. Entonces uno se pone a pensar cómo dormía este pobre hombre, cómo se secaba la cara con la toalla”, añade el neurocirujano.

Según el profesional, una parte compleja de este caso es cómo esta pieza metálica le producía pus al paciente todos los días, pero esta secreción nunca llegó al interior del cerebro ni le provocó una meningitis, prueba de ello es que don Jorge está vivo todavía, lo cual es inexplicable.

Otro hallazgo curioso se dio en los estudios previos a la cirugía, donde descubrieron que la arteria carótida (una de las venas que alimenta el cerebro) fue cortada en el momento del trauma sin ocasionar mayores daños al paciente. “Eso es irreal, no pasa. La parte milagrosa es que aparte de eso ninguna parte del cerebro ha sufrido ningún daño”, afirmó el doctor Lovo.

De hecho el ojo le funciona a pesar de que el cuchillo estaba incrustado en toda la pared lateral de la órbita.

De acuerdo con los especialistas, los humanos tienen algo llamado polígono de Willis que da vueltas alrededor del cerebro. En teoría sirve para que cuando se tapa uno de esos vasos (carótida) el otro siga trabajando, pero eso en la realidad no funciona así, pues cuando esto ocurre vienen los infartos cerebrales y los consecuentes daños.

“Tampoco hubo una hemorragia. Él pasó así por casi 18 años y eso solo puede ser un milagro, pues científicamente el paciente debió morir en el momento del trauma”, explicó el galeno.

Según Lovo, hace 17 años no habían estudios suficientes y posiblemente quienes atendieron a don Jorge no eran especialistas en ese tipo de traumatismos. De ahí que solo suturaron la herida. Además tampoco había recursos tecnológicos que arrojaran información que permitiera extraer el objeto.

Así don Jorge, por 14 años, vivió con fuertes dolores de cabeza y fue hasta hace cuatro años que su cuerpo comenzó a expulsar el fragmento de metal, provocando secreción purulenta en la herida, lo que le imposibilitaba trabajar por largos periodos.

Don Jorge buscó ayuda en los hospitales salvadoreños, pero en ninguno le daban esperanzas, pues le aseguraban que quedaría con problemas mentales, parálisis o incluso que podía morir. Ante ello se negó a operarse.

Procedimiento riesgoso

El doctor Lovo expresó que lo que hicieron fue algo complejo. Se trató de un acceso de base de cráneo para retirar los fragmentos del cuchillo. Esta es una cirugía grande en la que por medio de cortes en el hueso se consiguió llegar hasta el centro del cráneo para poder liberar los trozos de forma segura, pues este se encontraba siete centímetros adentro.

Fue un procedimiento de unas siete horas, ya que la idea era que todo se hiciera por la parte de afuera del cerebro.

Sin duda se trató de una cirugía de alto riesgo, y finalmente el hecho de que la carótida no exista fue una ventaja, pues la posibilidad de tocarla es uno de los mayores inconvenientes, ya que si sangra no hay mucho que hacer por los pacientes. Así la parte más delicada era retirar el cuchillo. “Afortunadamente se puedo remover todo y no hubo ningún problema”, expresó el médico.

Además de Lovo, Milla y Minervini cinco personas más asistieron la operación, entre ellos anestesiólogos y enfermeras.

Para el procedimiento se utilizaron imágenes de última tecnología, brindadas por la Clínica Brito Mejía Peña. Eso permitió a los médicos hacer un plan quirúrgico y ver que retirar el cuchillo era factible.

Asimismo, se utilizó toda la tecnología que hay en quirófanos, en especial la de microcirugía, como motores de alta velocidad y microscopios, entre otros.

Todo un éxito

La cirugía fue apoyada por la Fundación del Hospital de Diagnóstico, quienes se enteraron del caso por los medios de comunicación que lo sacaron a la luz.

Después de una evaluación, los médicos le aseguraron a don Jorge el 85 % del éxito en el procedimiento, y el patrocinio completo de los gastos, ante lo cual no dudo en aceptar. El costo total de la operación fue de alrededor de 25 mil dólares.

“Yo creo que estar sin ese objeto en la cabeza es una maravilla. Primero Dios se debería de recuperar totalmente. No tuvimos complicaciones durante el procedimiento, así que él no debería tener ningún problema después”, afirmó el doctor Lovo, al salir de la operación.

Asimismo, explicó que lavaron el área con soluciones especiales a fin de evitar infecciones.

La parte más dolorosa, aseguró, es que como se trabajó en la órbita del ojo este se hinchó como si hubiese recibido un gran golpe, sin embargo, eso dura unas 72 horas y luego va desapareciendo. Así que si todo sigue bien debería irse a su casa en unos tres días.

Luego, el hospital le dará seguimiento al caso en un mes y después de tres meses.