Taxista pagará $6 mil por muerte de tres niños

Las víctimas iban con él en el taxi, pero los abandonó cuando el carro se atascó en una calle inundada.

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Las víctimas viajaban en este taxi cuando el motorista Luis Amaya los abandonó en una calle inundada. Foto EDH / Archivo

Por Diana Escalante sucesos@eldiariodehoy.com

2013-03-14 7:50:00

Un taxista acusado del delito de homicidio culposo (no intencional) en perjuicio de tres niños recobró el miércoles su libertad.

Dos de los menores eran hermanos, y el tercero era un primo de ellos. Los tres murieron ahogados en San Miguel luego de que fueran succionados por una alcantarilla cuando se bajaron del taxi que estaba casi bajo el agua, en medio de una fuerte tormenta que azotó el 21 de octubre pasado.

El juzgado 2° de Instrucción de dicho departamento autorizó al chofer Luis Ezequiel Amaya García a pagarles en concepto de indemnización un total de $6 mil a las madres de las víctimas, es decir, $2 mil por cada víctima (dos niñas de siete años y un niño de seis), en un plazo de tres meses consecutivos.

El imputado ofreció como garantía de pago un inmueble que es propiedad de un familiar, según German Arriaza, director fiscal de la zona oriental del país.

El deceso de Doris Aracely Hernández Portillo (7) sus primos Wendy Estefany y José Ricardo, ambos de apellido Girón Portillo (7 y 6, respectivamente), ocurrió la tarde del 21 de octubre, en la intersección de la 8a. calle Poniente y la avenida Roosevelt, en San Miguel.

Ese día, los hermanos iban acompañados con su madre a bordo del taxi; la torrencial lluvia había inundado la calle.

De acuerdo con el expediente judicial, Amaya, pese al inminente peligro, se atrevió a transitar la vía, lo que provocó que al carro se le apagara el motor y minutos después comenzara a sumergirse.

El miedo de que el carro fuera arrastrado por la corriente, obligó a la pariente de los niños a abandonar el vehículo, pero la fuerza del agua se los arrebató de las manos y los tres cayeron en un tragante sin tapadera que los succionó de inmediato.

El conductor del vehículo de alquiler huyó de la escena y dejó abandonadas a las víctimas, pero fue capturado en su casa por la Policía unas horas más tarde.

Para el Ministerio Público no hay duda de que el taxista “actuó imprudentemente” al no prever el riesgo que todos corrían.

El día en que ocurrió la tragedia, los parientes de los niños, la Policía y distintas instituciones de socorro emprendieron la búsqueda de las víctimas en tragantes y ríos cercanos a la escena.

El cadáver de Doris Aracely fue el primero en ser localizado, a unos dos kilómetros de donde fue arrastrada por el agua.

Tres días después, socorristas y miembros de la Fuerza Armada hallaron los cuerpos de sus primos en la ribera del río Grande.