Los directores de escuelas e institutos salieron de vacaciones de Semana Santa con la misma preocupación a cuestas: no tienen dinero para costear la compra de materiales que se usan en las actividades administrativas, en las aulas y en las prácticas de los talleres. Tampoco tienen para cancelar a las administradoras de pensiones, al Seguro Social y los impuestos de la renta.
Educadores y dirigentes de la gremial Simeduco confirmaron que eso se debe a que el Ministerio de Educación (Mined) no les ha desembolsado la primera parte del presupuesto escolar, que para este año sufrió un recorte del 50 por ciento.
“En los dos años anteriores lo han retrasado (el desembolso del presupuesto), con este sería el tercer año”, aseguró Manuel Molina, director del centro escolar cantón San Francisco, en Cuscatlán.
“Para trabajar en este primer trimestre le pedimos fiado a una librería para el material didáctico y para el material de limpieza”, explicó Molina. El año anterior la institución recibió $4,500 para todo el año. Para este Educación solo les asignará $2,600.
En este momento no tienen dinero para hacer pequeñas reparaciones ni comprar aderezos para mejorar el alimento escolar. “No queda ni para la movilización de la directiva (de padres de familia que conforman la Asociación Comunal Educativa que maneja la escuela)”, aseveró Molina, quien a su vez es secretario general de Simeduco.
Según indicó, antes de salir de vacaciones el Mined depositó fondos a escuelas de Cuscatlán, pero solo para que le pagaran al personal docente y administrativo. Sin embargo, en departamentos como San Salvador, La Libertad y Ahuachapán no lo hizo.
Ernesto García, profesor del centro escolar caserío San Luis Córdova, cantón Troncones, de Panchimalco, aseguró que ellos no tienen dinero para comprar el material que usan los profesores. Mucho menos para comprar dos ventiladores que urgen porque el calor es extremo en dos de los salones.
“Lo que vamos a hacer es recortar proyectos… La directora dijo que no vamos a desarrollar el de panadería. Solo nos quedaremos con el huerto y el de computación”, indicó el educador. En su centro estudian 75 niños de escasos recursos que trabajan con sus padres y que no tienen la posibilidad de salir a estudiar noveno grado.
García sostiene que esto genera un impacto directo en la calidad de enseñanza, considerando que mucho menos tienen para comprar diccionarios y libros de consulta.
Retraso recurrente
Otro al que no le han depositado el primer desembolso del presupuesto es el centro escolar San Carlos Lempa, de La Paz. “Ese presupuesto ya lo tendrían que haber depositado, pero dicen que hasta en abril y el segundo lo vienen dando en agosto o septiembre”, agregó el director José Ernesto Cuéllar.
Así la historia se repite en el centro escolar Planes de Mariona, de San Salvador. Allí solo les depositaron para pagar una parte del salario de los trabajadores administrativos.
Otros que están más complicados son los centros de enseñanza media. El director del Instituto Nacional Técnico Industrial (INTI), Óscar Melara, confirmó que a ellos no les han depositado el dinero del presupuesto, en su caso llamado también “bono de la gratuidad”.
Añadió que sus colegas de los institutos nacionales de Usulután, de Santa Rosa de Lima, de Ayutuxtepeque y de Apopa le reportaron que tampoco recibieron la primera parte del mencionado bono antes de la vacación.
El director del Instituto Nacional Francisco Menéndez, Sergio Enrique Mejía, es el único que aseguró de forma escueta haber recibido fondos, pero no aclaró si eran solo para pagar al personal o para cubrir también el resto de necesidades.
“En La Unión, San Miguel y Usulután solo les habían depositado para los salarios de cuatro meses. El problema es que vamos a llegar a abril sin fondos. Esperamos que lleguen porque ya no tenemos para comprar material gastable (plumones, tirro, papel). La mayoría de instituciones ha pedido créditos de 60 días a las librerías para tener papel para fotocopiar exámenes del primer periodo”, señaló.
Además comentó que hay directores que por desesperación han contemplado solicitar ayuda a los padres de familia, bajo la figura de colaboraciones o de donaciones.