SANTA ANA. En el año 2009, la crisis económica en Estados Unidos afectó en gran medida el sector automovilístico provocando que la empresa ensambladora de cableado del sistema eléctrico de vehículos, Arnecom, cerrara su fábrica en Santa Ana.
Sin embargo, la empresa tiene previsto iniciar operaciones nuevamente en la Ciudad Morena y, para ello, se encuentra en el proceso de reclutamiento de personal.
Según la coordinadora de selección, Reina Ruiz, para ellos la prioridad es contratar a sus ex empleados. “Nos gustó mucho trabajar con las personas de aquí y por eso queremos volver a iniciar labores”, dijo Ruiz.
Para todos los interesados en trabajar en esta empresa, desde ayer viernes y hoy sábado se están recibiendo hojas de vida en las instalaciones del Ministerio de Trabajo y Previsión Social (Mintrab). Además, pueden hacerlos llegar a las instalaciones de la fábrica.
Se tiene previsto contratar durante lo que resta del mes de marzo unos 150 empleados, quienes se someterán a una corta capacitación sobre el manejo de las máquinas.
“Estamos considerando primero el reingreso en vista de que son las personas que tienen experiencia y que ya fueron capacitadas en su momento y solo necesitan un refrescamiento”, manifestó la coordinadora de selección del personal.
El objetivo final es poder abrir unas 500 plazas para los santanecos, principalmente aquellos que residen en la zona norte de la ciudad.
Muchos ex trabajadores de esta fábrica, y que fueron sorprendidos con el cierre de operaciones, regresaron con la esperanza de recibir una nueva oportunidad.
Entre ellos se encuentra Silvia Valenzuela. Ella, desde que la fábrica cerró en Santa Ana no ha logrado conseguir otro empleo a pesar de haber aplicado en varias oportunidades. “Hay mucha gente que tiene necesidad de trabajar y ya que ellos están con eso que van a abrir es una buena noticia”, dijo Valenzuela.
La empresa, ahora bajo el nombre Yazaqui, se encuentra ubicada a un costado de la carretera que de Metapán conecta con Santa Ana, frente a la Urbanización Santa Ana Norte.
Al momento de marcharse de Santa Ana laboraban unos 650 empleados. Todos fueron, en aquel momento, indemnizados y recibieron cartas de recomendación para aplicar en otras empresas.