Las autoridades de Guatemala lo vinculan con el cártel de Sinaloa

Presidente guatemalteco dijo que era el narcotraficante más buscado de El Salvador desde hace varios años.

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Después de ser chequeado por las autoridades de Migración en Guatemala fue conducido a abordar un helicóptero.

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2013-03-16 7:00:00

El presidente de Guatemala Otto Pérez Molina dijo ayer a los periodistas guatemaltecos que Jorge Ulloa Sibrián es “uno de los narcotraficantes más importantes de El Salvador”. Pérez agregó que Ulloa Sibrián es acusado de traficar a Estados Unidos al menos 16 toneladas de cocaína.

“Era el narcotraficante más buscado en El Salvador”, afirmó Pérez, cuyas declaraciones las consigna el periódico Siglo XXI.

Aclaró que no fue extraditado a Estados Unidos sino deportado a El Salvador, porque las autoridades de ese país lo reclamaban por tener una orden de captura al vinculársele con una organización internacional del tráfico de drogas hacia Estados Unidos.

El presidente guatemalteco explicó que luego de la captura se hizo la coordinación con la embajada de El Salvador acreditada en Guatemala para trasladarlo a ese país.

El ministro de Gobernación (Interior), Mauricio López, dijo que Ulloa fue detenido junto a su pareja, Ana Lorena Pérez Otera Velasco, que también fue deportada a El Salvador.

Ambos, según el responsable de la seguridad interna, no tenían en regla su documentación migratoria para permanecer en Guatemala.

El periódico Siglo XXI señala que una fuente oficial les aseguró que las autoridades guatemaltecas lo vinculan con el cártel mexicano de Sinaloa. Sin embargo, ni la Policía ni la Fiscalía salvadoreñas han confirmado o desmentido esa versión.

Sus tentáculos delictivos

Fuentes policiales explicaron que la vida delictiva de Ulloa Sibrián comenzó a finales de la década de los años 90. Al principio estuvo ligado a bandas de secuestradores y narcotraficantes. En octubre del 2004, la policía antinarcóticos lo investigó por su supuesta vinculación con el decomiso de más 24 kilos de cocaína con un valor de más de 600 mil dólares que eran transportados escondidos en tubos cilíndricos de una “tacuacina”, furgón para transportar vehículos, que se dirigía hacia Guatemala.

En este caso también estuvo procesado el guatemalteco Julio César Bonilla Cabrera, a quien las autoridades guatemaltecas lo señalan de ser su socio dentro de sus narco actividades. También lo relacionaban con Rolando Rodríguez Rivera, apodado dentro del hampa como “el Puma”.

A este individuo la Policía lo señalaba de abastecer de armas de guerra a las bandas de secuestradores y narcotraficantes que operaban a principios de los años 2000.

Durante la captura de Rodríguez Rivera le decomisaron más de 100 mil colones en efectivo en dos casas situadas en la colonia Costa Rica y en Ciudad Delgado.

Fuentes policiales aseguraron que el dinero decomisado era de Ulloa Sibrián, quien logró escapar de la Policía.