SANTA ANA. El fervor y la devoción religiosa que muestran los fieles católicos por la celebración de la Semana Santa contagió incluso a todas aquellas personas que un día perdieron su libertad.
Este año, los internos del centro penal de Apanteos tuvieron la oportunidad de vivir la Semana Mayor a través de diferentes representaciones artísticas, en las cuales se dramatizó la pasión y muerte de Jesús.
La subdirectora técnica del recinto penitenciario, María Baños, manifiesta que “la fe católica que cada uno de los internos tiene los llevó a tomar la iniciativa de preparar once diferentes dramas que fueron presentados a las autoridades del penal y a otros invitados”.
Durante la actividad, tanto hombres como mujeres privadas de libertad aplicaron sus conocimientos en los principales pasajes bíblicos, que narran el doloroso camino que Jesús recorrió hasta llegar al Calvario.
Uno de los participantes identificado como Marlon Mezquita opina que “esta es una buena oportunidad para que todos los que participamos en estos dramas tengamos un verdadero arrepentimiento con Dios y le demostremos a la sociedad que todos somos capaces de cambiar a través de la palabra de Dios”.