Falta de fondos, obstáculo para las metas educativas

Especialista en educación sostiene que disminuir recursos a escuelas es un riesgo

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Los educadores prevén que el recorte de fondos a las escuelas tendrá un impacto a corto plazo, sobre todo en el área rural donde los padres tienen menos ingresos. foto edh / archivo

Por Susana Joma nacional@eldiariodehoy.com

2013-03-27 7:00:00

El recorte del 50 % en los fondos que el Ministerio de Educación (Mined) asigna a los centros de enseñanza básica, así como el retraso en la entrega del mismo, algo que también afecta a las instituciones de enseñanza media, pone en peligro los esfuerzos de universalización de la educación, según las palabras de Felipe Rivas, especialista en el tema educativo.

Lo anterior implica que las quejas que los profesores y los gremios docentes han venido expresando en el presente trimestre no deben pasar inadvertidas para el gobierno.

Rivas sostiene que “la disminución de un recurso tan vital para los centros educativos no es nada recomendable, sobre todo en estos periodos en que la situación económica es muy compleja para la familia”. Eso porque, según Rivas, la falta de fondos está presionando a las autoridades escolares a recurrir a la ayuda económica de los padres, lo que podría desincentivarlos a enviar a sus hijos a los centros.

El especialista expresó que hay estudios recientes que señalan que El Salvador necesita una inversión superior al 5 % por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) si se quieren cumplir las metas y compromisos de Educación para Todos (EPT) y más del 6 % si se quiere asumir el enfoque de derecho, que es universalizar la educación como dictan los marcos legales vigentes.

De acuerdo con una tabla publicada por el Banco Mundial (BM), en 2008 el país invirtió 3.7 % de su PIB en educación, en 2010 el 3.2 % y en 2011 el 3.4%. Rivas explica que dichas cifras están por debajo del porcentaje promedio de inversión de Latinoamérica, que es 4.5 %, el cual de por sí está rezagado.

¿Que estará ocurriendo? Según indica, en este momento hay una situación estructural en la que por una parte la cartera de Educación no recibe los recursos financieros suficientes para llevar a cabo su labor, pero por otra parte hay un tema de prioridades presupuestarias, es decir que un recurso que ya está estimado para que se ejecute todo el año no llega oportunamente al centro educativo.

“Entonces, al no llegar (el dinero) en el momento oportuno también hay un costo en los centros educativos, en el sentido que afecta la calidad y la realización adecuada del año escolar. Pero ese es un tema que con una mejor planificación podría superarse de forma inmediata”.

Frente a esta situación vuelve a insistir en que es urgente que el país tenga una política de Estado educativa, que permita que esta sea prioridad. También considera necesaria una ley de financiamiento de la educación.

A criterio de Felipe Rivas, quien tiene en su haber varias investigaciones y estudios en materia educativa, la política debe tener como base un acuerdo nacional concertado (gobierno, empresa privada, ONG, entre otros), que contenga los aspectos básicos que se quieren lograr, como por ejemplo la universalización de la educación y la calidad. Mientras la ley debería surgir del Órgano Legislativo.

Bajo este enfoque se tendría que definir una inversión municipal orientada a la educación, armonizar la cooperación internacional y del sector privado en la inversión en educación.

Es un hecho que si no se avanza en acciones como las indicadas por Rivas, el país estará lejos de superar el rezago educativo en que se encuentra sumido.

“Este recorte (del 50 %), que es lamentable para los centros (educativos) va a bloquear temas fundamentales que ya han mencionado los directores, como la compra de materiales didácticos, libros y otros que tienen que ver directamente con la calidad”, agregó tras destacar que no se debe perder de vista la meta de la gratuidad educativa plena.

Aunque en las últimas décadas el país logró avances significativos en la cobertura escolar en el nivel de educación básica, ésta no está aún al ciento por ciento.

Además, pese a que el actual gobierno ha enfocado esfuerzos para elevar la cobertura en educación inicial, ésta aún es incipiente a nivel nacional, según indica el estudio Primera Infancia en El Salvador, Estado Actual y Perspectivas.

El citado documento, que fue desarrollado por Rivas, con apoyo técnico y financiero de la Unicef, Plan, Save the Children y la Fundación Innovaciones Educativas de Centroamérica (FIECA), puntualiza que solo la mitad de niños del país, en edades de entre tres y seis años, recibe educación inicial y parvularia y existen más de 190 mil sin cobertura.

“La tasa neta (de matrícula) en educación inicial apenas alcanza el 0.6 por ciento”, afirmó el experto durante una anterior entrevista en la cual habló del estudio.

La poca inversión puede provocar un retroceso si los padres empiezan a sentir cada vez más la presión sobre sus bolsillos y por ellos retiran a los estudiantes de las aulas o dejan de inscribir a otros en edad escolar.

“En esto hay que tener cuidado, porque los directores buscan cómo financiar y esto lo van a hacer, ya sea solicitando créditos o pidiendo ayuda a los padres”, dice Rivas. Aunque él considera que no es malo que la familia invierta en educación, esta lo debe hacer en otros aprendizajes, como de tecnologías, artes u otros idiomas.