ORIENTE. El sábado, cuando la iglesia, ensimismada, medita en la ausencia de Dios, que se evidencia con el Santísimo vacío y abierto, tiene lugar una peculiar tradición popular: colgar a Judas el traidor.
Esta es una tradición que se realiza en muchos cantones de la zona oriental del país y en cada lugar, los vecinos le imponen características muy propias de la zona.
En el cantón El Jícaro, de La Unión, hacen un muñeco de trapos viejos y lo amarran en un burro que lo arrastra por todo el vecindario.
Luego los jóvenes hacen una fogata y lo usan como piñata, antes de elevarlo a la copa de un árbol.
En el cantón El Colorado, de Chirilagua, los vecinos hacen fogatas con papel periódico y luego cuelgan el muñeco que representa al traidor.
Por lo general esto se hace antes de la vigilia pascual y es habitual que los muñecos pases varios meses colgados, hasta que por la intemperie comienzan a caerse a pedazos.