Sin templo, San Lorenzo vive con fe los actos de la Semana Santa

El municipio carece de templo, luego de que fuera demolido por daños que sufrió en enjambre sísmico de 2006

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Ante la falta de un templo en San Lorenzo, la mayoría de imágenes son resguardadas en casas particulares. Foto EDH / Iris Lima

Por Iris Lima comunidades@eldiariodehoy.com

2013-03-24 7:00:00

Pueden faltar paredes y hasta techo; pero, lo que no falta entre la feligresía católica de San Lorenzo, en Ahuachapán, es la fe en Dios. Esa que han demostrado desde diciembre de 2006, cuando un enjambre sísmico dañó el único templo del municipio.

Los daños fueron tales que se tuvo que demoler la iglesia completa; pero, la que no fue derribada, sino mas bien fortalecida, fue la fe y confianza en que Dios proveería un nuevo lugar donde adorarle.

El camino no ha sido sencillo, recuerda Julio Salinas, fiel católico, quien explica que cuando el fenómeno natural pasó, los fieles católicos vivían sus misas dominicales al pie de un árbol de níspero, al aire libre, durante tres meses.

Pero, cuando llegó la Semana Mayor de 2007, el Lunes Santo cayó una fuerte lluvia y se vieron obligados a trasladarse a la escuela de la localidad, recuerda el feligrés.

Ahí desarrollaron las actividades durante cinco meses hasta que algunas empresas privadas donaron materiales para construir una galera provisional en el terreno de un fiel católico.

La construcción

Para 2012 trasladaron la misma galera hasta el que había sido el templo del municipio.

Ahí, en medio de los escombros comenzaron a realizar las actividades hasta que en mayo de ese año fue nombrado el presbítero Miguel Menjívar, como párroco de ese lugar.

Fue el sacerdote quien les sugirió iniciar la construcción en diciembre de ese mismo año, con el fondo que manejaba el comité pro restauración. Y aunque eso los obligaba a emigrar a un nuevo lugar, por cuarta vez en seis años, no se resistieron.

Actualmente, mientras los trabajos se llevan a cabo, otro fiel católico ha prestado de manera indefinida una bodega. Es ahí donde se realizan las actividades religiosas.

Para esta Semana Santa, el nuevo párroco espera darle más fervor a los eventos propios de la temporada.

Además, piensa rescatar algunas tradiciones que se habían perdido por la misma inestabilidad que habían tenido respecto al templo.

Por ejemplo, este Viernes Santo se realizarán los tradicionales “encuentros”.

Además, los Vía Crucis de los viernes de cuaresma se realizaron por familias, cuando en los años anteriores se hacía en un mismo hogar.

“Ha costado un poco organizar lo que es la Semana Santa porque hubo que cambiar los recorridos; pero la gente ha sabido aceptar estos momentos que como iglesia hemos vivido”, dice Salinas.