Víctor Manuel Romero Flores, de 50 años, es abogado y notario de profesión. Está casado y es padre de un hijo; quienes residen en cumbres de Cuscatlán, en el municipio de Antiguo Cuscatlán, La Libertad.
De acuerdo con investigaciones de la Fiscalía, Romero Flores descubrió el negocio de su vida en las lotificaciones y comenzó con sus propios inmuebles en 1993.
Sus propiedades, situadas en la zona costera y paracentral del país, están a su nombre y el de su esposa, valoradas en más de 400 mil dólares, asegura el Ministerio Público.
El jefe de la unidad de Patrimonio Privado de la oficina fiscal de San Vicente, Pablo Rodas manifestó que la investigación de la Fiscalía General determinó que Romero Flores tiene a su nombre 41 propiedades.
El modo de operar de Romero Flores parece no haber variado desde su inicio hasta el año en que fue detenido (2010), según Rodas, aprovechando su carisma y labia.
En sus primeras ventas el profesional hacía creer a sus clientes que la propiedades estaban legalizadas y además se valía de la opción del Centro Nacional de Registros, que permitía tres inscripciones en un año.
En estas condiciones las tres personas que adquirían sus terrenos en el año, se podrían considerar dichosas pues obtenían sus escrituras de los inmuebles comprados.
El problema surgió a partir de la cuarta venta, en la que el Registro ya no permitió la inscripción de los inmuebles, una vez que estas personas pagaron sus lotes.
Fue entonces que comenzaron las denuncias contra él.