Reportan 382 mil niños con algún grado de desnutrición

El 2 por ciento de los niños menores de dos años que asisten al control está bajo de peso

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Una enfermera de la unidad de salud de El Paisnal prepara la harina fortificada para mostrarle a las madres cómo hacerla.foto edh / archivo

Por Yamileth Cáceres nacional@eldiariodehoy.com

2013-03-25 9:00:00

El 24 de febrero, a la Emergencia del hospital Bloom llegó Valeria, una niña de seis meses con neumonía, pero aparte de la enfermedad respiratoria se le identificó una desnutrición moderada grado dos y una anemia profusa.

La bebé fue referida del San Rafael con respiración asistida. Pesaba 13 libras 3 onzas. Para su edad, debería llegar a las 16 libras 8 onzas.

David Durán, jefe de Residentes de Medicina del Bloom, dijo que todo niño desnutrido tiene menos defensas contra las enfermedades. Esto provoca que una neumonía o una diarrea sea más delicada y que el proceso de recuperación se vuelva más lento. Lo que sorprendió a los médicos fue la severidad de la anemia que le identificaron a la infante; tenía 1.7 de hemoglobina cuando debía ser de 12; fue necesario transfundirle varias unidades de sangre durante dos días. Además se procedió a realizar una serie de análisis clínicos para determinar el origen de la enfermedad.

Valeria pasó tres días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Bloom conectada a un respirador artificial. Después fue transferida a la unidad donde se atendió su recuperación nutricional.

De acuerdo con los datos que pudieron recabar en el establecimiento, la bebé era amamantada, pero a la par le daban otro tipo de leche (se desconoce la manera en que se la preparaban).

A la niña se le suministraron fórmulas especiales para tratar su estado nutricional y se reportó al centro de salud del área de residencia para que la infante aumentara de peso.

De acuerdo con datos del Ministerio de Salud (Minsal), para 2012, el dos por ciento de los niños que asisten a su control presenta algún grado de desnutrición. En cifras totales se habla de unos 382 mil niños menores de cinco años. Sin embargo, hay departamentos y municipios en el país que el porcentaje es mayor, entre ellos Ahuachapán, Sonsonate, Chalatenango, San Salvador y Cabañas.

En San Salvador, el porcentaje de desnutrición es del tres por ciento, en San Miguel y Chalatenango, del 2.5 por ciento; Sonsonate, 2.2 por ciento y Cabañas, del 2.1 por ciento.

“Los pesos están bien lejos del promedio, se alejan de la media poblacional”, comentó Ana Sánchez, coordinadora nacional de la Unidad de Nutrición del Minsal.

Sánchez manifestó que la mayoría de los problemas ocurre en municipios rurales, y se asocia a la pobreza.

“Como todos sabemos, a la base de un problema de desnutrición infantil están los problemas de inaccesibilidad económica, física en algunos casos, y la falta de cuidados adecuados para los niños”, añadió la coordinadora de la Unidad de Nutrición.

Según la Encuesta Nacional de Salud Familiar, la prevalencia de bajo peso para la edad pasó de 10.3 a 8.6 por ciento en los años 2002 a 2008, y en la zona rural del 13.2 al 10.2.

El nivel educativo de la madre es otro de los factores que influye en la mala nutrición de los hijos. Sánchez dijo que en el país la lactancia materna es baja y en los primeros seis meses no es exclusiva, es decir que, además de la leche materna, a los bebés les dan otro tipo de alimentos.

En edades tempranas les proporcionan agua de arroz, café, gaseosa, pan, tortilla, entre otros alimentos y eso les afecta el estado nutricional.

Problemas

La mala nutrición hace que un niño sea más susceptible a las enfermedades porque sus defensas son bajas: eso los hace propensos a que sufran algunas infecciones gastrointestinal o respiratorias severas.

Sánchez expresó que, en el mundo, el 30 por ciento de las muertes infantiles puede atribuirse a la desnutrición. En El Salvador la situación no es diferente.

“Si los niños fallecen de infecciones, es muy probable que estén asociadas a problemas de desnutrición de base”, dijo la coordinadora de la Unidad de Nutrición.

Agregó que otra de las consecuencias es la falta de desarrollo y crecimiento adecuado del cerebro del niño; en uno mal alimentado, este órgano tiene menos neuronas que en un uno bien nutrido.

Con el correr de los años, el porcentaje de infantes mal nutridos ha ido en disminución, pero sigue siendo un problema importante de salud, opinó la representante del Minsal.

“La magnitud es menos, ya no son tantas las personas afectadas, pero todavía hay zonas del país, departamentos y municipios, que tienen el problema bastante marcado y es donde estamos enfocando los esfuerzos con todos los equipos comunitarios”, dijo Sánchez.

Desde finales de 2010, en los 100 municipios más afectados se implementó la estrategia de Atención en Nutrición y Desarrollo en la Primera Infancia, que comprende la entrega de suplementos de micronutrientes.