Investigan dinero en Islas Caimán de supuesto capo salvadoreño

Junto a Ulloa Sibrián presentaron a otro salvadoreño que supuestamente pasaba la droga hacia México

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Parte de la finca Santa Rita, en Santa Tecla, donde ayer fueron presentados 14 detenidos por tráfico de e drogas y parte de los bienes decomisados a Ulloa Sibrián. foto edh / lissette monterrosa

Por nacional@eldiariodehoy.com

2013-03-17 8:00:00

Como “un multimillonario” calificó ayer el director de la Policía Nacional Civil (PNC), Francisco Salinas, al salvadoreño, supuesto capo del narcotráfico, Jorge Ernesto Ulloa Sibrián, al ser presentado ante periodistas salvadoreños en la Finca Santa Rita, jurisdicción de Santa Tecla, un inmueble situado en la cima de la Cordillera del Bálsamo, justo donde se originó el deslave de los terremotos de 2001 y que arrasó con parte de la colonia Las Colinas.

La finca Santa Rita está registrada a nombre de Ulloa Sibrián, desde la cual se hicieron varios despachos de droga y un despacho de 2.5 millones de dólares hacia Costa Rica, según las investigaciones hechas en su contra por la PNC y por la Fiscalía General de la República (FGR).

Ulloa Sibrián, alias El Repollo, fue arrestado la noche del viernes anterior en Guatemala, por las autoridades de ese país, cuyo presidente, Otto Pérez Molina, lo señaló de ser “un gran capo salvadoreño”.

Ayer, tanto el Fiscal General de la República, Luis Martínez, como el director de la PNC, Francisco Salinas, destacaron el hecho de que Ulloa Sibrián haya pasado en poco tiempo de ser un vendedor de verduras del mercado mayorista La Tiendona a propietario de muchos inmuebles en El Salvador y Guatemala, así como dueño de vehículos terrestres y marítimos (un yate, una lancha, un jet ski) y caballos de paso.

Extraoficialmente, fuentes policiales y fiscales aseguraron a El Diario de Hoy que también están investigando cuentas bancarias que Ulloa Sibrián supuestamente tiene en bancos de Islas Caimán, así como en otros bancos de la región centroamericana, mayormente en Guatemala.

El Repollo, según las autoridades salvadoreñas, habría traficado no menos de 10 toneladas de cocaína desde Colombia hasta Estados Unidos, valiéndose de una extensa red de colaboradores a escala de la región centroamericana.

Ayer, las autoridades presentaron a 13 personas más como vinculadas a Sibrián Ulloa, todas ellas salvadoreñas; y afirmaron haber decomisado 14 automóviles, dos camiones, cuatro lanchas, dos jet ski y más de 10 mil dólares en efectivo.

Tanto el presunto capo como sus colaboradores serán acusados de tráfico ilícito de drogas, asociaciones ilícitas y posiblemente algunos casos de homicidio.

El Fiscal General dijo ayer que Ulloa Sibrián no es requerido por las autoridades estadounidenses; por lo tanto, será procesado y juzgado por la justicia salvadoreña.

Asimismo, Martínez dijo que en los próximos días se reunirá con autoridades guatemaltecas para determinar todos los bienes que Ulloa Sibrián podría tener en ese vecino país, y así ver la forma de incautar dichos bienes y proceder a la repatriación de los mismos a El Salvador.

Una red con “viejos” ligados al narcotráfico

Junto a El Repollo, ayer fue presentado también el salvadoreño Julio César Bonilla Cabrera, a quien tanto el director de la PNC y el Fiscal General señalaron de ser la persona encargada de recibir la droga en Guatemala para luego entregarla a sus contactos de cárteles mexicanos.

Bonilla Cabrera tiene antecedentes, según explicó ayer un fiscal que participó en la investigación que terminó con la captura de Bonilla.

Antecedentes de Bonilla

El 16 de octubre de 2004, varias personas fueron capturadas debido a que en una rastra utilizada para transportar automóviles (conocidas como tacuazinas) fueron decomisados 24 kilos de cocaína.

De acuerdo con las investigaciones, fue Bonilla Cabrera uno de los más involucrados en ese hecho, ya que él presuntamente decidía cuándo partían las tacuazinas hacia Estados Unidos.

No obstante, nunca fue capturado, así como otros salvadoreños vinculados al caso.

Al final del proceso, sólo Julio César González Alfaro, quien conducía la tacuazina, fue enviado a prisión, mientras que a Bonilla Cabrera le suspendieron la orden de captura que habían girado en su contra, porque la Fiscalía no pudo sustentar la acusación.

Entre los 14 arrestados presentados ayer, también está María Ángela López Nolasco, quien en 1996 estuvo procesada por cargos de tráfico de drogas. Sin embargo, en esta investigación, las autoridades la señalan como una persona a la que le asignaban tareas de traslado de cuantiosas sumas de dinero.

Como parte de esa misma red también es señalado Franklin Ernesto Moza Larín, de 36 años, quien fue detenido el 7 de junio de 2011 en las proximidades del desvío a San Juan Opico, sobre la carretera hacia Santa Ana, cuando transportaba un kilo de cocaína que sería comercializado con otras personas que lo acompañaban y que también fueron detenidas en esa ocasión.

Moza Larín, según las indagaciones de este caso, está supuestamente vinculado a la red de El Repollo y Bonilla Cabrera, como uno de los que presuntamente participaron el trasiego de mil 200 kilos de cocaína en julio de 2005, habiéndolos trasladado por partes desde un rancho de la playa San Diego, en la Libertad, a otras propiedades como la Finca La Siguanaba y la Finca Vista al mar.

De estos inmuebles, la droga fue llevada hasta una propiedad en Fraijanes, Zona 9, de Guatemala, detallan las indagaciones.

Los inicios de El Repollo

Ulloa Sibrián, según lo dijo ayer el director Salinas, se inició como vendedor de verduras de La Tiendona. No obstante, en poco tiempo se hizo de muchas fincas, varios ranchos de playa y casas en residenciales exclusivas, por lo cual será investigada la forma en cómo se hizo de ellas,

Salinas no descartó la posibilidad de imputarle también el delito de lavado de dinero.

El supuesto capo tenía bastante de no vivir en El Salvador, a pesar tener múltiples empresas, como el bar y restaurante La clave del sabor, J. E. Constructora y otras que aparentemente no registraban actividades, según explicaron fuentes policiales cercanas a la investigación.

Ulloa Sibrián ya había sido investigado por sospechas de haber participado, de forma intelectual en el asesinato de una mujer con quien tenía una relación sentimental.

Las investigaciones dan cuenta de que la mujer fue secuestrada en Apopa. Ulloa Sibrián al parecer pagó el rescate y ella fue liberada sana. Pero tiempo después la mujer rompió esa relación a raíz de la cual había prosperado económicamente.

Días más adelante, fue asesinada de un disparo mientras reparaba una llanta del microbús que iba conduciendo el 9 de febrero de 2007.

De acuerdo con la Policía, Ulloa Sibrián posee una multiplicidad de bienes, muchos de los cuales están a nombre de testaferros. Sin embargo, el capturado negó ayer todo lo que el fiscal general y el director de la PNC dijeron frente a él.

Dijo que todo lo que tiene lo ha conseguido con años de esfuerzo incluyendo muchos años de trabajo en Estados Unidos, donde halló muchas oportunidades de prosperar.

El fiscal Martínez añadió que tiene pruebas suficientes para condenar a El Repollo, de quien poco se sabía como supuesto capo del narcotráfico.