Atropellan a un niño de tres años en San Miguel

Un camión de bebidas golpeó al infante y murió al instante

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Cristóbal Antonio Mejía murió al instante tras recibir un golpe en la cabeza. Foto EDH / Miguel Villalta

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2013-02-23 6:55:00

La tristeza y el dolor volvió después de cinco años a la familia Mejía Hernández, y en similares circunstancias. Ayer, Cristóbal Antonio Mejía Hernández, de tres años, murió atropellado por un camión de bebidas que viajaba a excesiva velocidad.

Hace cinco años un tío del niño también murió atropellado en el mismo lugar donde murió ayer el infante.

La tragedia ocurrió a las 12:30 del mediodía, en el kilómetro 139 de la carretera litoral, en el cantón La Canoa, en San Miguel.

Según testigos, el padre y abuelo del niño se encontraban construyendo una galera a la orilla de la carretera para iniciar un negocio de la familia. Agregaron que el abuelo se cruzó la calle y no se percató de que su nieto lo siguió.

Un camión que viajaba a excesiva velocidad golpeó al niño, quien ya se encontraba en medio de la carretera, lanzándolo varios metros adelante.

Los vecinos y su propio padre intentaron auxiliar al infante, pero murió al instante, debido al fuerte golpe que recibió en la cabeza y en otras partes del cuerpo.

Al lugar llegó la madre de Cristóbal, quien reside en el cantón El Borbollón, en San Miguel, situado a cinco kilómetros, aproximadamente, del lugar donde ocurrió la fatal tragedia.

Conocidos la auxiliaron debido al estado de shock y al ataque de llanto que sufrió tras ver a su hijo muerto.

Los pocos vecinos que conocían a Cristóbal lamentaron su muerte y lo recordaron como un niño alegre y muy creativo.

“Que tristeza, por Dios, qué lástima lo que ocurrió al niño, era alegre y muy juguetón. Jugaba con mis nietos”, expresó también entre sollozos una vecina de la familia Mejía Hernández.

El responsable de haber atropellado a menor huyó del lugar cuando se percató de que lo había matado.

“El motorista intentó parar, solo redujo la velocidad, pero cuando se dio cuenta que el niño no se movía, aceleró más el camión y huyó”, dijo un testigo.

Asimismo, añadió que “si el motorista no hubiera conducido a excesiva velocidad, tal vez hubiera podido evitar el accidente, pero viajaba muy rápido y por eso no pudo esquivar al niño”.

Los habitantes del lugar dijeron que en la zona es constante que las personas sean arrolladas, debido a la excesiva velocidad con la que viajan los automovilistas.

Un agente de tránsito que llegó a la escena expresó que en la zona no ha sido construida una pasarela porque no es una zona muy habitada.

El oficial agregó que la mayoría de los conductores, en términos generales, no respetan los límites de velocidad que establece la ley, y por ello eso es parte de las tres causas principales de los accidentes de tránsito.