Los esfuerzos de familiares, amigos y personas altruistas para reunir el dinero necesario para realizar el trasplante de intestino delgado al pequeño Waldemar siguen desarrollándose.
El 12 de enero, el pequeño accidentalmente activó la pulidora de metal de su padre, lo que ocasionó la perforación del intestino delgado. Debido a lo complejo de la lesión, el órgano fue removido completamente.
Dinora Peña, madre de Waldemar, de 4 años, comentó que ya han realizado contacto con un hospital de Estados Unidos pero están a la espera de que les brinden una respuesta positiva ante el caso del menor.
Ayer, por tercera ocasión, se llevó acabo un festival gastronómico en San Vicente, donde diversas personas ofrecieron sus platillos típicos.
Por el momento, estas actividades y donaciones de personas particulares han generado que la familia López Peña haya recaudado 10 mil dólares.
Sin embargo, se estima que este tipo de cirugías rondan los 100 mil dólares.
Por el momento, Waldemar recibe atención médica en el Hospital Nacional de niños Benjamín Bloom. En esta semana, a su dieta se le agregó que consumirá vía oral pequeñas cantidades de frutas.
Pero debido al vital funcionamiento del intestino delgado, la fruta no pueden ser procesada, comentó la madre.
Ahora el pequeño urge de un transplante de intestino para que pueda sobrevivir.
En el país no se desarrollan este tipo de operaciones, porque no se cuenta con una ley de trasplante y extracción de órganos.