Según la Comisión Económica para América Latina (Cepal), entre el 20 y 29 % de la población salvadoreña vive en pobreza o indigencia. La misma fuente afirma que dicho porcentaje no tiene viviendas con piso adecuado. En las calles y barrios del país no es nada nuevo ver caminando a personas sin techo o sin comida. La pobreza se ha convertido en parte del panorama.
“Dar de corazón” es una iniciativa que ha nacido de un grupo de personas con ganas de ayudar. Tiene pocos meses de existir, pero un gran objetivo por cumplir: unir fuerzas para dar a la gente más necesitada sin esperar nada a cambio, fomentando así la generosidad en más salvadoreños y contribuyendo al desarrollo del país.
Con el fin de ayudar y llevar alegría a los desesperanzados, personas altruistas y voluntarias han hecho posibles, desde diciembre del año pasado, eventos que han alimentado o medicado a millares de personas.
El 14 de diciembre se llevó a cabo el primer evento de “Dar de corazón”, en la Fundación de Fibrosis Quística del Hospital Benjamín Bloom, donde se acompañó a 200 pacientes aproximadamente con un almuerzo y luego se les dio una donación de medicamentos.
El segundo evento se realizó el 22 de diciembre en el que se entregaron más de 2,000 platos de comida a indigentes, repartidos en el redondel Masferrer de la colonia Escalón y luego en un Centro Integral Público de Fusate en Santa Tecla. El más reciente evento se llevó a cabo el día 6 de enero en la posada Santa María, también en Santa Tecla, donde se repartieron más de 250 platos.
Para este año, “Dar de corazón” ya tiene varios proyectos en mente. Algunos son entregas de comida, otros de medicamentos; incluso esperan lanzar pronto un programa de apoyo para impulsar a pequeños agricultores. Para todo esto se necesitarán manos con ganas de ayudar.
“Da el que quiere, no el que tiene”, comenta Salvador Rodríguez, uno de los directores de la iniciativa.
“Entre más voluntarios mejor. Aquí no hay restricciones de edad, ni religión; no hay color político, aquí el que quiere apuntarse a ayudar es bienvenido. El fin es dar de corazón”, explicó Rodríguez.
Conscientes de que dar comida un día no asegura que no tengan hambre al siguiente, los directores de la organización tienen en mente otros programas para ayudar a que estas personas tengan la opción de salir adelante por medio de la creación de empleos y las prácticas de agricultura. Además se está desarrollando un plan más estructurado para que las entregas de comida en algunos puntos sean periódicas y no solo eventuales.
Los involucrados en “Dar de corazón” reconocen que no sólo se trata de lo que han dado, sino también de lo que han recibido. En los eventos que han tenido hasta el momento han tratado tanto con personas de la tercera edad como con niños. “Ver su alegría es nuestra satisfacción”, añadió Salvador Rodríguez.
Herbert Tobar, otro de los directivos, considera que el proyecto ha sido de gran satisfacción para ambos lados: “En vez de que nosotros les demos a ellos, ellos nos han dado a nosotros… El corazón abierto de la gente ha llegado como una bendición a nuestras vidas”.
Dar de corazón hace un llamado a todas aquellas personas que quieran aportar algo a esta causa a que se pongan en contacto, pues “da el que quiere, no el que tiene”.
Para más información sobre este movimiento escribe a info.dardecorazon@gmail.com, o búscalos en Facebook: www.facebook.com/dardecorazon.Iniciativa que ha nacido de un grupo de personas con ganas de ayudar