Cuando empiece a funcionar el Sitramss, ¿seguirán en el negocio del transporte los actuales propietarios de buses y microbuses?
Ellos creen que no. Pero el gobierno asegura lo contrario. Mientras desde el Viceministerio de Transporte se insiste en que los buseros podrán participar en el Sitramss, estos sospechan que se les quiere “dejar fuera del negocio”.
El consorcio que elaboró el “Estudio para la Estructuración e Ingeniería Básica para el Sitramss” recomienda que los operadores actuales del transporte, que son en su mayoría personas naturales, se vinculen al Sitramss de forma colectiva. Esto podría llevarse a cabo a través de: un fondo fiduciario, una cooperativa o una sociedad anónima.
Pero los consultores también reconocen que no todos los actuales transportistas se unirán al Sitramss.
Tras advertirlo, presentan tres alternativas de reconversión, a modo de “ejemplo”.
“Fábricas de dotación para los trabajadores del Sitramss”. Pues, señalan, se necesitarán uniformes y calzado para los trabajadores del nuevo sistema de transporte, los cuales podrían suministrar pequeñas y medianas empresas “cuya constitución puede ser fomentada”.
Otra actividad posible es la administración de restaurantes en la terminal, en los patios y talleres y en las paradas de buses.
Los actuales buseros y microbuseros, según los consultores, también podrían interesarse en formar empresas dedicadas a lavar y alistar los buses diariamente.
El gerente financiero de Acopatt, Juan Pablo Dueñas Álvarez, cree que sería “una falta de respeto” decirle a Catalino Miranda “vas a ir a lavar buses” o a Genaro Ramírez “hacé una micro empresa y ponete a vender café con pan ahí cerca de las paradas”.
En sus palabras: “Estamos hablando de un empresariado de más de 60 años de trabajo. ¿Cómo le van a arrebatar su fuente de empleo? Su empresa de más de 60 años, se la van a arrebatar para ir a vender café con pan en un chalé cerca de una parada”.
Él considera que el nuevo sistema no creará tantas plazas como para hacer grandes cantidades de uniformes y calzados.
“Ellos mismos lo dicen acá: ‘Pueden ser suministrados por pequeñas y medianas empresas. Al menos en nuestro caso, tenemos más de 130 unidades. Una inversión de más de 10 millones de dólares. Considero que es una falta de respeto que a nosotros se nos quiera sacar del juego, al no poder financiar esto y que las alternativas sean las citadas”, dice indignado.
El futuro negocio
Quienes sí se unan al nuevo sistema podrían hacerlo alquilando sus unidades a la empresa concesionaria del Sitramss. Esa es una de las alternativas que plantearon los consultores y que sugirieron adoptar.
En esta, el VMT es el ente rector “responsable de la prestación del servicio de transporte”, el que es delegado a través de una concesión a los actuales operadores.
En la alternativa sugerida, el VMT compra una flota de buses padrones y articulados nuevos y “alquila a los operadores actuales los buses y busetas actuales que se vinculan a las rutas afectadas y que tengan la menor antigüedad”.
Los consultores sugieren ir reemplazando poco a poco la flota, para que las inversiones “no sean tan altas” al principio. “Socialmente no debería generar rechazo porque se vinculan los operadores al sistema, pagándoles una suma que (…) es bastante razonable”, agregan.
Además de proponer que los actuales propietarios de buses y microbuses participen en el Sitramss, los consultores señalan que se debe también garantizar que los trabajadores actuales, “en especial conductores y motoristas” sean incluidos.
Por ello sugieren que en el contrato de concesión del Sitramss se incluya una cláusula que obligue a contratarlos siempre y cuando estén en el registro del VMT. Además, la concesionaria debería suscribir un contrato con estos empleados que les garantice salario, prestaciones y seguridad social. También sugieren que los salarios de los motoristas del Sitramss se ajusten “a los niveles del mercado”.