SONSONATE. A pesar de que algunos vendedores informales por su propia cuenta han comenzado a desarmar las infraestructuras que durante años han ocupado las calles, para trasladarse a la Megaplaza, no dejaron de expresar su inconformidad por el impuesto que deberán de cancelar en sus nuevos locales.
Actualmente pagan un impuesto de $0.35 diarios; mientras que en el proyecto será de $2 en los locales que ocupan 4.18 metros cuadrados y $2.75, en los de 5.71 metros cuadrados.
Uno de los inconformes, Juan Calderón, dijo que no se oponen al reordenamiento que impulsa el alcalde, Roberto Aquino, pero consideró que los cobros que les harán por la nueva infraestructura tendrán que trasladarlos al comprador.
“La tarifa no está acorde a los ingresos que nosotros como vendedores vamos a tener. Eso va a generar incremento en los productos. La población va a ser afectada y nosotros (también), porque no van a querer llegar a nuestros negocios”, dijo.
Pero el munícipe aclaró, el viernes anterior, que los cobros fueron puestos de acuerdo a un estudio que realizaron a nivel nacional.
“Estamos cobrando $0.50 por metro cuadrado. Los puestos que tienen 4.18 deberían de pagar más de $2 y los de 5.71 metros cuadrados están pagando $2.75; es mentira que estén pagando $3.50 (como también se ha especulado)”, dijo el edil en referencia a que pagarán menos de lo estipulado de acuerdo al impuesto por metro cuadrado.
Otra comerciante, Marta Gutiérrez, dijo que aunque los impuestos están caros, esperan que las personas lleguen a la Megaplaza para adquirir los productos que ofrecen.
“Ojalá la clientela nos siga buscando porque están caritos los impuestos; pero depende cómo estén las ventas, se tienen que ir sacando”, dijo la fémina.
Ayer, algunas cuadras del centro de la ciudad ya estaban limpias de ventas. Los propios vendedores se encargaron de desarmar sus infraestructuras, con ayuda de empleados municipales.
Al menos uno de los negocios formales, cuya fachada había sido obstruida por las ventas informales, comenzó a pintar las paredes ayer tras el desalojo de las infraestructuras que había en la calle.
La alcaldía espera que para el viernes, todas las calles que eran ocupadas estén despejadas. El sábado será la apertura de la Megaplaza para la población.
La comuna realizará una serie de actividades para atraer a los compradores.
Pese a la oposición de algunos vendedores, hay otros que aseguraron que las condiciones serán mejores.
Doña Marta Girón tiene 54 años y los últimos 38 ha vendido joyería y productos plásticos en la calle.
“Es un beneficio para cada uno de los vendedores, porque en la calle aguantamos agua y sol. Ahí (en la Megaplaza) vamos a estar mejor, será una bendición”, manifestó.
Sonsonatecos aprueban la liberación de las calles, porque argumentaron que muchos vendedores ofrecen sus productos de forma antihigiénica. Eso, en referencia a la acumulación de basura que hay en las vías y porque las estructuras son antiguas.