Fallece Mauricio Vásquez: el amigo de todos

Fueron más de 20 años los que Mauricio Vásquez compartió su vida en la sala de redacción. !Adios amigo, hermano, gran ser humano!

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Mauricio Vásquez (izquierda) junto a su padre. FOTO EDH Jaime García

Por Jaime García escritordemundo@yahoo.com

2013-01-12 12:00:00

Jamás en mi vida pensé que escribiría estas líneas en El Diario de Hoy para despedir al amigo de todos, al mejor anfitrión, a un hombre de gustos finos y exquisitos, al incansable Mauricio Vásquez, Editor de Internacionales de este medio.

Para sus amigos siempre fue “El Chelón”.

En nuestras infinitas tertulias más de alguna vez hablamos de qué quisiéramos cuando el Creador nos llamara a su seno.

Me recuerdo que me dijo que quería que le pusieran la canción de Roberto Carlos “Emociones”. Esa melodía habla de llorar y reír en esta vida. Eso le tocó a Mauricio.

Su trayectoria

Hace 20 años, nadie en El Diario de Hoy se hubiera imaginado que ese joven flaco, blanco y ojos verdes que atendía las llamadas del conmutador se convertiría en el Editor de Internacionales del mejor periódico de El Salvador.

Desde su infancia tuvo que laborar de hacelotodo para alcanzar sus metas.

Me contó que cuando pintaba una casa a hurtadillas tomaba libros de los estantes y los devoraba para tener cultura general.

Su impecable vestimenta , su sonrisa y su eterno buen humor lo llevó a ser un periodista reconocido entre todos sus compañeros y las embajadas acreditadas en El Salvador.

Su increíble ascenso en el mundo de las noticias del mundo lo llevó a recorrerlo: Francia, Egipto, Israel, Jordania, Alemania, Estados Unidos, Taiwan, fuero algunos de los países que visitó en su fructífera carrera.

Su eterno amor era la sala de redacción de esta empresa, decía que era su familia y el sostén de su bohemia vida.

El Adiós

Fue un hombre que hasta en la cama del hospital, donde luchó por su vida desde inicios de diciembre del año pasado, mostraba su bondad y desprendimiento.

El 24 de diciembre me llamó para decirme que había mandado a comprar comida y bebidas para las enfermeras y doctores que hacían turno ese día.

“Mañana cumplo años y quiero celebrarlo con todos los que están conmigo aquí”, me dijo. “He dejado la ropa de hospital y me he vestido como si estuviera en mi casa”, me dijo.

Al día siguiente le llamé para felicitarlo, pero volví a escucharlo en mal estado de salud.

Este día la noticia me sorprendió en la redacción que Mauricio tanto amó y me sacudió el cuerpo de pies a cabeza, pero sólo Dios sabe cuando nos llama a su seno. ¡Chelón descansa en paz hermano!.