SANTA ANA. La iniciativa de que en la ciudad hubiera una clínica de masajes atendido por personas no videntes, no ha tenido eco entre los santanecos.
La clínica Alfa y Omega que abrió sus puertas hace cinco meses, gracias al apoyo de la Cruz Roja, alcaldía municipal y organización Luz y Vida, no recibe la cantidad de clientes esperados.
Evelyn López, encargada del lugar, explica que al inicio esperaban contar por lo menos con treinta clientes al mes. Pero, a la fecha, apenas y llegan entre nueve y diez en ese periodo.
Inicialmente, en este lugar laboraban siete personas con problemas de la vista, quienes se encargaban de realizar los diferentes tipos de masaje.
Sin embargo, debido a la poca demanda, sólo han quedado tres empleados.
Una de las ex empleadas ahora trabaja al frente de su propia clínica de masajes en el mercado Central. Mientras que el resto ha sido contratado en otros trabajos, donde “el salario es constante”, dicen.
Entre los tres no videntes que han perseverado en el proyecto está Carlos Guerra, quien considera que la experiencia ha sido satisfactoria.
Sin embargo, hace el llamado a la población a visitar la clínica.
“Yo quisiera que se nos diera eso, tener más afluencia de personas para hacerse sus masajes. Nos ayuda a nosotros y ayuda a quien se hace el masaje”, explica.
La clínica brinda sus servicios de lunes a sábado de ocho de la mañana a cinco de la tarde; y se encuentra ubicada al interior de Ruta Maya Inversiones, en la 2a Avenida Sur número uno, entre la Calle Libertad y 1a. Calle poniente.
Para mayor información, los interesados pueden llamar al 2101-4292.