Hombre engaña a comunidad de Cabañas con obras deportivas

Un ingeniero civil reveló que el supuesto estafador se hizo pasar como representante de un organismo argentino

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La comunidad Santa Marta descubrió al presunto estafador. foto edh / archivo

Por Jaime López comunidades@eldiariodehoy.com

2013-01-13 9:00:00

En Cabañas hay insatisfacción contra un sujeto. Supuestamente, en nombre de un organismo no gubernamental, contrató servicios profesionales y rentó un vehículo para movilizarse en el departamento y, al parecer, no pagó.

Pero más que servicios recibidos no cancelados, algunos dirigentes comunales lamentaron que con este tipo de hechos se hayan creado expectativas falsas y jugado con las ilusiones de una comunidad que necesita infraestructura deportiva para su niñez y juventud.

El imputado es Fidel Ángel Ulloa Prudencio, quien llegó a Cabañas diciendo trabajar para “Interforever Gol”. El individuo ofreció obras deportivas por un valor de 2.5 millones de dólares.

El supuesto promotor contrató a la empresa Inversiones Hidráulicas S.A. de C.V., en Ilobasco, Cabañas, para que hiciera los planos.

Argumentó que los planos eran necesarios porque el departamento de Cabañas había sido seleccionado para construir polideportivos en sus diferentes municipios con financiamiento internacional.

La compañía contratada delegó al ingeniero civil Walter Olmedo Pineda Cruz para que elaborara los planos el pasado 28 de diciembre.

El individuo pidió a la proveedora que acelerara la elaboración de la carpeta técnica, porque el 3 de enero debía presentarla a sus superiores.

Estos llegarían de la oficina central de Interforever Gol en San Salvador, para inspeccionar los terrenos y procurar un acercamiento con los miembros de la comunidad en la que se desarrollarían las obras. En esa misma visita, según Ulluoa Prudencio, los superiores de Interforever saldarían los costos de diseño de la carpeta técnica, firmarían el contrato de construcción y entregarían el anticipo para el inicio de la obra.

Con esa premura, el ingeniero tuvo que realizar el trabajo de campo en la zona donde se levantarían las obras y así crear el diseño arquitectónico. “Me fui con una cuadrilla de trabajadores a medir el terreno donde se construirían las obras”.

Mientras el ingeniero creaba y realizaba los diferentes trazos de las obras, varias dudas surgían en torno a la persona que estaba detrás de este proyecto.

La misma percepción tuvo la Junta Directiva del Comité de Deportes de la comunidad Santa Marta, quienes preguntaron al ingeniero civil que alistaba la carpeta técnica si conocía quién era Ulloa Prudencio.

“Honestamente, yo les contesté que no lo conocía. Los vecinos me dijeron que el señor había llegado solo a la comunidad y, por lo general, en estos casos anda un grupo de personas”, dijo el ingeniero.

Generalmente, estos proyectos son expuestos durante una reunión de vecinos antes de echarlos a andar.

La finalidad es que los vecinos conozcan el proyecto, sepan su importancia, beneficios, costos y aclaren sus dudas. Además, porque este tipo de obras siempre tiene una contrapartida que debe ser puesta por la comunidad, la cual, en algunos casos, consiste en aporte de mano de obra o materiales.

Pese a la esperanza que evocaban las hábiles palabras del supuesto promotor de Interforever Gol, el ingeniero que realizaba los planos mantenía sus dudas. Para salir de ellas, el ingeniero se dio a la tarea de indagar sobre los antecedentes de Ulloa Prudencio.

Solo bastó con escribir el nombre en el buscador Google y comenzó a conocerse una serie de procesos en los que se ha visto implicado.

“El domingo 30 de diciembre escribí el nombre del Ulloa Prudencia en Google y aparecía que había sido procesado por estafa en Cojutepeque, que se le había abierto expediente en Usulután, y algunos medios de prensa decían que había estafado varias alcaldías y centros escolares”.

Con esa información el ingeniero denunció a Ulloa Pérez ante la Policía de Ilobasco. Poco después, a las 10:00 de la mañana, el sujeto fue detenido. Durante su arresto, la Policía le incautó un carné de Interforever que no tenía ni sello ni firma de la institución.

El sujeto fue remitido a la Fiscalía General de la República para que iniciara el proceso de acusación en su contra. El 4 de enero el Juzgado de Paz de Ilobasco realizó una audiencia para conocer el caso.

La víctima manifestó que, antes de entrar a la audiencia, la fiscal asignada al caso le preguntó que si pretendía conciliar con el individuo. Él le contestó que sí, siempre y cuando Ulloa Prudencio le pagara los costos de la carpeta técnica, que ascienden a 1,500 dólares. “Si me paga mi trabajo, puede salir libre, porque a mí no me interesa que quede preso, sino que se le aplique la ley”, afirmó el ingeniero.

“Mi interés es que se siente un precedente, para que no siga engañando a más personas. Le dije: ‘Si me paga, que salga; y si no, que se le aplique la ley'”. Pero entre el deseo de la víctima, la gestión de la Fiscalía, el papel de los defensores y la decisión de la jueza de Paz de Ilobasco había diferencias.

“A mi juicio, la Fiscalía iba mal preparada. La fiscal del caso, el día de la audiencia, a penas empezaba a ver el proceso, se notaba que estaba apresurada, era tarde y no había ni siquiera leído el caso”, lamentó la víctima. Agregó que a él tampoco le pidieron que llevara todas las pruebas que tuviera.

La jefa de la unidad de delitos Patrimoniales de Cuscatlán, quien prefirió no identificarse, negó que el caso esté del todo perdido.

Aclaró que no es fácil demostrar ante un juez el ánimo o ardid de engaño de un imputado hacia una víctima.

La fiscal manifestó que para eso la jueza dará un periodo para investigar y reunir las diferente pruebas contra el individuo.

Pero la víctima insiste en que los defensores se valieron de debilidades y astucia para ganarle la batalla a la Fiscalía. En primer lugar, dijeron que no había un contrato, que el hecho podría ser cualquier otra cosa menos una estafa ante la falta de evidencias contra el imputado.

“Yo así me fui con las manos vacías a esa audiencia y la Fiscalía no había investigado nada, solo llevaba las anotaciones de lo que había encontrado en Internet, en el reverso del papel de la acusación”, notas a las cuales restó mérito la jueza. Al final, ella ordenó que la acusación continúe, pero que el imputado permanezca libre.

A juicio de la víctima, la Fiscalía tuvo que haber documentado mejor la acusación y haber presentado otros escritos para sustentar la petición de detención provisional mientras el proceso judicial seguía su curso.

Entre tanto, la jueza argumentó que la medida de detención provisional era muy severa y que lo dejaba libre mientras las investigaciones determinan si es inocente o culpable de lo que se le acusa. “Mi temor es que el imputado ya no se vaya a presentar a las siguientes audiencias y escape”, advirtió la víctima.