Un prisionero fue encontrado muerto ayer dentro del Centro Penal de Apanteos, situado en Santa Ana.
El hombre fue identificado como Marco Tulio Martínez Bojorquez, de 55 años, quien cumplía una pena de 30 años por homicidio agravado.
El jefe de seguridad del centro, que se identificó como inspector Rivera, dijo que el reo estaba desde el 5 de diciembre pasado en una celda de aislamiento, debido a un supuesto padecimiento de esquizofrenia. “(Al parecer), la presión carcelaria le provocó la enfermedad”, manifestó Rivera en torno a lo que asegura se trató de un suicidio.
El jefe de seguridad agregó que el prisionero, que entró a la cárcel en 2005, armó una especie de soga con varios pedazos de tela, la amarró en uno de los barrotes de la celda y luego se colgó, según las primeras indagaciones.
El inspector afirmó que el hombre decía que escucha voces y que sentía que lo perseguían para asesinarlo.