Ulloa Prudencio ha sido enjuiciado en Cojutepeque y en San Miguel por estafa

Su apariencia ha sido la clave para que la gente confíe en él y le proporcione servicios creyendo que les pagará.

descripción de la imagen
Esta persona había sido detenida por la PNC de Quezaltepeque en marzo de 2004 por casos similares. Foto EDH / Archivo

Por Jaime López nacional@eldiariodehoy.com

2013-01-13 9:00:00

Investigaciones contra Fidel Ángel Prudencio Ulloa revelan que este individuo ha estado implicado en varios casos de estafa, pero ha sido hábil para conciliar con sus víctimas y no ir a la cárcel.

Uno de los procesos en su contra se ventiló en el Tribunal de Sentencia de Cojutepeque, Cuscatlán, el 16 de marzo de 2005.

En esa ocasión, Ulloa Prudencia fue enjuiciado y condenado a dos años de prisión por estafar a una señora de 67 años, propietaria de un restaurante. También lo condenaron a pagarle 314 dólares que le adeudaba como responsabilidad civil.

Pero por tratarse de una pena menor, Prudencio Ulloa gozó de la figura legal de suspensión condicional de la pena. En vez de ir a prisión, debía cumplir ciertas reglas como estar a la orden de un juez de Vigilancia Penitenciaria de Cuscatlán, no cambiar de domicilio sin declararlo y pagar lo adeudado a la víctima.

De acuerdo con el expediente judicial, el 2 de marzo de 2004, el imputado Fidel Ángel Ulloa Prudencio abordó a su víctima haciéndose pasar por representante de la Corporación Deportiva Educativa de Centro América.

Con ese argumento, logró que le proporcionara alimentación durante cuatro días para entre 10 y 15 personas. El valor del servicio estaba calculado en 314 dólares. Cada plato estaba valorado en cinco dólares.

El trato era que él cancelaría lo adeudado el quinto día. Pero llegado el momento no se presentó, sostuvo la víctima en el juicio.

Según una testigo, la pretensión del imputado era que le sirvieran alimentación a un grupo de personas en el restaurante durante un año, petición que la propietaria del restaurante estimó que no estaba en capacidad de brindar.

La víctima describió a Ulloa Prudencio como “una persona presentable y correcta”, lo que facilitó el engaño.

En San Gerardo, San Miguel, una adolescente fue contratada por Prudencio Ulloa. Le ofreció 450 dólares mensuales. El sujeto dijo a la joven que representaba a la Corporación Deportiva de El Salvador para Centroamérica, pero el cuento no le duró mucho. El primer día que se encontró con ella, unos policías vestidos de civil lo capturaron.

Ulloa Prudencio fue enjuiciado en San Miguel por estafa mediante contratación de viajes, pero salió bien librado en febrero de 2005.