Alba Rodríguez, altruista, emprendedora y exitosa

Desde hace más de 15 años apoya a personas de diferentes edades que lo necesitan

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En 1979 se le abrieron las puertas en la venta de seguros, rama en la que sigue activa. Foto EDH / marlon hernández

Por Nidia Hernández comunidades@eldiariodehoy.com

2013-01-23 7:00:00

“Nací el 27 de febrero de 1950 en el caserío Los Iraheta, en Suchitoto”, dijo Alba Rodríguez, de 62 años, quien recibirá hoy un reconocimiento como ciudadana distinguida y digna de imitar, de parte de la Fundación Salvadoreña de la Tercera Edad (Fusate), por su labor social en pro del adulto mayor.

Rodríguez ha luchado por sus ideales desde muy pequeña y es la penúltima de siete hermanos.

“Recuerdo que uno de los momentos más tristes fue cuando mi papá, que trabajaba en la capital, dejó nuestro hogar. Desde allí me surgió la idea de venir a San Salvador a buscarlo”, destacó.

Luego de eso, se trasladó a vivir con su madrina, quien vendía carne de res y de cerdo, lo que le ayudaba a tener estabilidad económica.

Se levantaba temprano a ayudar a su madrina, para después ir a estudiar. En ese vaivén le surgió la idea de las ventas.

Al tener 15 años se vino a la capital a trabajar como costurera en San Jacinto. Conoció a su esposa y se casó a los 17 años.

En 1979, fue contratada por una empresas de seguros y despuntó su carrera.

“Desde que recuerdo he ayudado a la gente. Es un don que tenemos, pero creo que tengo más de 15 años de hacerlo”, afirmó Rodríguez.

Una de las tantas labores que ha realizado fue mejorarles la vida a los esposos Alfonso e Isabel Iraheta, quienes vivieron una temporada en su casa, en Antiguo Cuscatlán. En ese tiempo los apoyó para atender sus enfermedades.

“Es impresionante el trabajo de Albita. Es una persona anónima y ha sacado adelante a sus cinco hijos, a sus siete nietos. Recoge a gente indigente; si están enfermos, los ayuda”, compartió la presidenta de Fusate, Olga Miranda.

Rodríguez contó que trata de involucrar a todos los que están a su alrededor para que también ayuden a los demás. “Viera cuánto me ha bendecido Dios y sé que lo seguirá haciendo, expresa”.