Presión a gobierno para que dé prueba de vida

Chávez, quien partió el 9 de diciembre a Cuba, no ha sido visto en público desde que dijo que debía ser operado por cuarta vez por el cáncer que padece.

descripción de la imagen
elsalvador.com

Por

2013-01-22 8:00:00

PROCEDENCIA. El gobierno venezolano encabezado por Nicolás Maduro es blanco de crecientes presiones para que produzca un fe de vida de Chávez, en momentos en que la credibilidad de las versiones oficiales de que está mejorando es mermada por cada día que transcurre sin la aparición del mandatario.

“Ya hay gobiernos que han comenzado a preocuparse”, dijo el analista y columnista David Morán.

“¿Cómo es que una persona que está gobernando y por ello el TSJ (Tribunal Supremo de Justicia) dictamina que no se puede declarar su falta absoluta, tiene 44 días sin poder comunicarse con el país?”, preguntó.

Es una interrogante que también está siendo planteada, aunque no abiertamente, dentro del chavismo.

“Muchos de los seguidores de Chávez dentro de las clases C, D y E han comenzado a pensar que el gobierno está ocultando la verdad”, comentó el exasesor del Ministerio de Interior y Justicia de Venezuela, Anthony Daquin. “Ellos [en el gobierno] lo saben, y es por eso que han comenzado a decir que Chávez estará en Venezuela para el 4 de febrero”.

“En este momento no se sabe quién está gobernando y para poder mantener la cohesión, ellos (Nicolás Maduro y Elías Jaua) necesitan mostrar que Chávez tiene aún algún tipo de control sobre ellos”, agregó.

Diego Moya-Ocampos, analista senior para Las Américas de IHS Global Insight, comentó que el chavismo parece estar abocado a aprovechar al máximo la figura de Chávez y que bajo el mejor de los escenarios, si su salud lo permite, tratarían de mantener la imagen de que se encuentra nominalmente en el poder, aún cuando se mantenga tras bastidores.

Bajo ese escenario, según los analistas, el chavismo estaría emprendiendo una especie de transición similar a la que los hermanos Castro ejecutaron en Cuba entre 2007 y 2008, cuando Raúl comenzó gradualmente a tomar posesión del régimen, manteniendo a un enfermo Fidel oficialmente a la cabeza. —AGENCIAS