Juan Rafael Lanzas Maldonado, de 35 años, fue acusado de robar una bomba para fumigar, un reloj, una planta solar, herramientas agrícolas y granos básicos, todo valorado en 212 dólares. Mientras esperaba su juicio, una infección causada por los golpes que los policías le dieron el día de su captura provocó que le amputaran los pies.
El juez lo declaró inocente del delito de robo agravado 22 días después de haber perdido sus extremidades inferiores, según informó la organización no gubernamental Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh). El hecho ocurrió en una prisión de Nicaragua, situada en la provincia de Matagalpa, al norte del país centroamericano.
Lanzas fue detenido el 29 de diciembre del año pasado, los policías lo llevaron al insalubre baño de la prisión, lo golpearon y las lesiones que le impidieron levantarse.
Cárcel a 11 policías por muerte de dos niños en Nicaragua
Los oficiales dispararon contra el auto de una familia durante operativo
Durante dos semanas pasó pidiendo atención médica y le fue negada, fue hasta que los demás reos hicieron un escándalo que accedieron a atenderlo, pero la única opción que quedaba era la amputación de sus pies.
Según publicación de Infobae, esta no es la primera vez que la policía nicaragüense está implicada en un caso así, en 2017 se vio involucrada en la desaparición de los cuerpos de dos menores de edad tras un tiroteo en el que participó la Fuerza Armada. También, dos años antes los agentes antinarcóticos mataron a una mujer y varios menores de edad cuando salían de un culto evangélico, los policías creían que eran narcotraficantes.