La “nevada del siglo” sepulta a Moscú bajo nieve

"Esta nevada ha traído el mayor número de precipitaciones de toda la historia. El máximo anterior se registró en 1957", informaron los servicios meteorológicos del país

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elsalvador.com

Por Agencias

2018-02-05 8:12:39

La ya conocida como “nevada del siglo” sepultó la capital rusa bajo un manto de medio metro de nieve, provocó la caída de dos mil árboles, uno de los cuales mató a una persona,dejó varios heridos, paralizó el tráfico y obligó a cancelar decenas de vuelos.

“Esta nevada ha traído el mayor número de precipitaciones de toda la historia. El máximo anterior se registró en 1957”, informaron los servicios meteorológicos de Moscú.

“Las carreteras acumulan en estos momentos 212 kilómetros de atascos”, decía esta mañana el portal “Transporte de Moscú”.

Las autoridades recomiendan a los automovilistas dejar el coche y desplazarse en el transporte público.

La situación en las carreteras y el mal tiempo también han llevado a la suspensión parcial de las clases en las escuelas de Moscú.

En los aeropuertos de la ciudad esta mañana se retrasaban más de un centenar de vuelos y otros siete fueron cancelados.

“La nevada se reanudó esta mañana (…), tenemos muchos retrasos y cambios en los horarios de vuelos”, dijo una fuente aérea a la agencia Interfax.

Durante el fin de semana, los servicios públicos han retirado de las calles y las carreteras la cifra récord de 1.2 millones de metros cúbicos de nieve.

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Según las autoridades, para limpiar la ciudad de todas las precipitaciones caídas en dos días se necesitan al menos nueve jornadas laborales, pero “se tomarán las medidas necesarias” para acelerar esas labores.

“Es la primera vez en cien años que cae tanta nieve. Un verdadero desafío para los servicios públicos”, reconoció el vicealcalde de Moscú, Piotr Biriukov.

El funcionario agregó que los trabajos de limpieza se dificultan por el frío de 17 grados bajo cero y los pronósticos que auguran la continuidad de la nevada – con menor intensidad – durante los próximos tres días.

Los transeúntes tienen muchas dificultades para caminar por las aceras, que están flanqueadas por montículos de nieve de más de un metro de altura, tanto en las afueras como en el mismo corazón de la urbe de doce millones de habitantes.

“No recuerdo nada igual, si acaso cuando era pequeño. En dos días ha caído más nieve que en todo el invierno”, comentó a Efe Vitali, un moscovita de 68 años.

Llama especialmente la atención la situación en la Plaza Roja, donde las excavadoras, camiones y máquinas quitanieve trabajan a destajo para limpiar su adoquinado.

Ante la mirada curiosa de los osados turistas, que viven una auténtica odisea para llevarse una foto de recuerdo, un tractor retiraba la nieve de las inmediaciones del mausoleo de Lenin, cuyas puertas están hoy cerradas.

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Desde un extremo de la plaza apenas se divisaban las nevadas cúpulas de la catedral de San Basilio y lo mismo ocurre con el reloj de la torre Spásskaya del Kremlin, cuyas almenas no eran hoy rojas sino blancas.

Gorros y bufandas ya no son suficientes para protegerse de los copos de nieve, por lo que algunas mujeres han rescatado el paraguas del armario.

Svetalana, de 59 años, admite que no había visto nada igual desde que trabaja de barrendera, aunque ésta vez esté equipada no con una escoba, sino con una pesada pala.

Las imágenes de las carreteras son aún más dantescas, ya que los coches no pueden circular a más de 30-40 kilómetros por hora y se podían ver paradas de transporte público hacinadas de gente debido a que algunos trolebuses habían interrumpido el servicio.

Algunos conductores se bajaban del coche aprovechando que el semáforo estaba en rojo para romper el hielo de sus parabrisas, mientras otros optaron inteligentemente por renunciar a su automóvil, sepultado bajo una montaña de nieve.

“Deje el coche en el garaje”, recomendó el ministerio para Situaciones de Emergencia.

El motivo de la anomalía es el ciclón proveniente del mar Negro que está acompañado de fuertes vientos y grandes precipitaciones.