La historia del nacimiento del primer bebé en el mundo de una madre con muerte cerebral y conectada a un pulmón artificial

Antes de ser entubada la madre escribió en un papel que se hiciera todo por salvar la vida a su bebé

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elsalvador.com

Por Vanessa de Jurado

2018-01-01 9:20:49

Lised López, una joven colombiana de 23 años, vivía una de las etapas más anheladas, junto a su esposo Mario Ardila, la dulce espera de su primer bebé, sin embargo, esto se tornó difícil cuando Lised durante su embarazo, adquirió neumonía provocada por el virus de la influenza H2N3.

Aunque en Colombia es obligación la vacunación contra este tipo de influenza en las embarazadas, Lised no logró aplicársela, condición que complicó su estado de salud y la de su bebé.

En la semana 22 de su embarazo se le dictaminó muerte cerebral, estado que llevó al equipo médico de la Fundación Cardiovascular de Colombia a buscar opciones para salvar la vida del bebé, uno de los últimos deseos de su madre.

“Cuando nos llamaron fuimos a verla y estaba en mal estado, vivía en un pueblo a cinco horas de Bucaramanga (dónde se localiza la fundación), se le conectó un pulmón artificial, la trajimos a la fundación, al hacerle los exámenes se le encontró un sangrado cerebral que prosiguió a muerte cerebral” comentó el Dr. Leonardo Salazar, a elsalvador.com.

“Antes de ser entubada, la madre logró escribir en un papel que se hiciera todo por salvar la vida del bebé que llevaba en su vientre” agregó el especialista.

El equipo médico estudió e investigó todas las posibles formas de salvar al bebé, hasta definir mantener a la madre con el pulmón artificial, lo que le permitiría al bebé estar unas semanas más en el vientre para una madurez en el desarrollo de sus órganos.

Según el neonatólogo Dr. Jorge Alvarado, esta era una responsabilidad muy grande de asumir, ya que era necesario llevarlo por esa vía para lograr una edad de gestación donde la salud del bebé se controlara mejor.

El milagro de la vida
El bebé estuvo cinco semanas dentro del vientre de su madre diagnosticada con muerte cerebral y quien mantenía signos vitales con un pulmón artificial fuera del cuerpo, este es el primer caso exitoso en el mundo, afirmaron los médicos.

“Nos comunicamos con la Universidad de Columbia, en New York, consultamos con especialistas dentro y fuera del país, y no se tenía ningún registro de un caso como este” comentó el Dr. Salazar.

El pasado 21 de septiembre con tan solo 27 semanas de gestación las condiciones no eran tan favorables dentro del vientre, por lo que se indicó un nacimiento por cesárea catalogado como prematuro extremo, el bebé nació con 750 gr de peso. Cuando el bebé estaba estable, diversos medios de comunicación retomaron la historia.

La madre murió, pero antes logró escribir en un papel que hicieran lo posible por salvar a su hijo

“Este hecho fue un reto y un compromiso demasiado grande, para la parte medica entre más pequeño naciera más complicaciones presentaría, la familia anhelaba los mejores resultados, y nos alegra que se haya logrado” comentó el Dr. Alvarado.

Luego de dos meses en incubadora, muchos cuidados y bajo el programa de padre canguro el bebé José Alejandro Ardila Durán, como lo llamó su padre, fue dado de alta pesando 2,500 gr, en condiciones aceptables; y aunque tendrán que mantenerlo con respiración artificial por unos días, estaba listo para ir a casa donde su familia lo esperaba con ansias.

“Es satisfactorio ser parte de esto, porque la familia veía con mucha ilusión el nacimiento del bebé, que estuviera bien” expresó el Dr. Salazar.

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Contra todo pronóstico, José Alejandro, luchó por su vida hasta las 27 semanas dentro del vientre de su madre, ahora está en casa con todos los cuidados de los que le aman y él con todos los deseos de descubrir el mundo.

Su padre Mario Ardila admitió que en todo el proceso su fortaleza la obtuvo a través de oraciones de su familia. “Nunca perdí la esperanza que iba a salir de esto y pedí el milagro”, dijo.

“La Fundación me brindó un apoyo único, no solo hacia mi esposa cuando lo necesitó sino para el bebé y para mí, siempre estuvieron pendientes, fue un total apoyo” sostuvo.

Aunque su esposa no pudo contra la muerte cerebral, Ardila reconoce que es una situación muy compleja, pero que “la vida de mi bebé es un milagro de Dios y la medicina, ahora me pregunto cuál será la misión de mi bebé en este mundo al nacer en estas circunstancias”.

“Agradezco a Dios por permitirme ser el padre de mi bebé y pido que me dé salud y vida para compartir con él, verlo crecer, apoyar sus proyectos y lo que tenga que hacer” expresó Ardila.

El joven padre, contó a elsalvador.com que luego del alta, el bebé es un niño muy activo, responde a estímulos y se está desarrollando adecuadamente.