Al menos cinco policías murieron este en una explosión en el norte de Kenia, donde en las últimas 48 horas han muerto un total de catorce agentes en tres ataques diferentes perpetrados cerca de la frontera con Somalia, informaron los medios locales.
La explosión se produjo en la mañana al paso de un vehículo policial en una carretera cercana a la localidad de Liboi, en el condado de Garissa.
Dos policías murieron en el acto y otros tres horas más tarde, a consecuencia de la gravedad de sus heridas, precisaron fuentes policiales al diario Daily Nation.
Ayer, también en Liboi, cuatro policías murieron y otras ocho personas resultaron heridas en la explosión de una mina terrestre colocada en una carretera.
Horas después, otros cinco agentes perdieron la vida en una explosión al paso de un vehículo de seguridad en la zona de Simo (norte), cuando escoltaban al gobernador de Mandera, Ali Ibrahim, que se dirigía a un mitin de campaña electoral.
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El grupo yihadista somalí Al Shabab reclamó la autoría de los tres ataques llevados a cabo en las últimas 48 horas, dijeron medios locales.
Esta ola de ataques se produce después de que el inspector general de la Policía, Joseph Boinnet, advirtiera de la presencia de miembros del grupo terrorista somalí Al Shabab en Kenia, donde estarían planeando ataques.
“Estos grupos están enviando miembros a algunas zonas del noreste para colocar artefactos explosivos improvisados (IED, en inglés) a lo largo de las rutas utilizadas por nuestras patrullas con el objetivo de frustrar nuestras operaciones de seguridad en las áreas fronterizas”, dijo Boinnet.
En la zona fronteriza de Kenia con Somalia, que suele sufrir ataques de Al Shabab, se mantiene el toque de queda desde el anochecer al amanecer debido a que los terroristas hacen incursiones a través de la porosa frontera.
Al Shabab, que se adhirió formalmente a Al Qaeda en 2012, ha matado a cerca de 500 personas en Kenia desde abril de 2013 en represalia por el envío de tropas a Somalia para combatir el yihadismo.
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El peor atentado de Al Shabab en territorio keniano ocurrió en abril de 2015, cuando 148 personas murieron en el asalto de un comando terrorista a la Universidad de Garissa (norte de Kenia), cuyas instalaciones mantuvieron bajo su control durante 16 horas.