BUENOS AIRES. En una ceremonia en el palacio de Gobierno Casa Rosada, el presidente de Argentina, Mauricio Macri, refrendó la Declaración de Chapultepec y reafirmó su compromiso de respetar las libertades de expresión y de prensa.
Él se reunió con las autoridades de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), en un acto en el que firmó el acuerdo, olvidado durante el kirchnerismo.
El presidente se comprometió a no restringir la divulgación de información, no obligar a los periodistas a revelar sus fuentes, a investigar actos de violencia contra la prensa, a evitar la censura previa y a garantizar que no se premie ni castigue a los medios y periodistas con publicidad oficial, entre otros puntos, reportaron medios locales.
Tras el encuentro, tanto la SIP como ADEPA destacaron el giro en la relación del gobierno argentino con la prensa, un vínculo que en los últimos años se destacó por la confrontación constante. Es más: el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Claudio Paolillo, señaló que en los últimos 12 años la SIP realizó 6 misiones a la Argentina por los constantes ataques contra la prensa.
Además, en esos años se emitieron 51 comunicados, 41 resoluciones y se publicaron 26 informes en los que se relata la situación que se vivía en el país. “Ahora no van a tener que gastar tanto en pasajes ni publicar tantos comunicados”, bromeó el presidente, según relató Paolillo al diario La Nación.
Durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner no hubo intentos de firmar la declaración. “Néstor no creía en estas cosas y su señora tampoco cree. Piensan que los medios son instrumentos, títeres manejados por un superpoder. Creen que no pensamos”, señaló Paolillo.
Y agregó: “El kirchnerismo en general, todo el aparato, no cree en un periodismo crítico y libre. No son ciudadanos los que hacen ese periodismo, son un objetivo a liquidar”.
Por su parte, el director ejecutivo de la SIP, Ricardo Trotti, afirmó que “se pasó de una década de confrontación, en la que se asignó a los medios un papel político, a una nueva etapa de respeto, en la que se enterró la actitud propagandística del gobierno y se volvió a una etapa normal de divulgación de información sin manipulación”.
Paolillo elogió el gesto de Macri, aunque afirmó que el tiempo dirá si se cumplen o no los postulados de la declaración. “En la cancha se ven los pingos”, sostuvo, al tiempo que agregó que gobiernos del eje bolivariano -Venezuela, Ecuador y Bolivia- no adhirieron al acuerdo y que es probable que la nueva postura de la Argentina influya en la región.