Reino Unido votó por abandonar la Unión Europea, un resultado que llevó el viernes al primer ministro David Cameron a anunciar su renuncia y que representa el mayor golpe desde la Segunda Guerra Mundial a las aspiraciones de mayor unidad del bloque.
Los mercados financieros mundiales se desplomaron después de que el recuento definitivo del referéndum del jueves mostró una victoria, con 52 por ciento de votos, para la opción de abandonar el grupo al que Reino Unido se unió hace más de 40 años. Un 48 por ciento estuvo a favor de seguir en la UE.
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La libra esterlina llegó a caer un 10 por ciento frente al dólar y tocó niveles no vistos desde 1985, por temores a que la decisión pueda afectar las inversiones en la quinta economía más grande del mundo, a que amenace el papel de Londres como capital financiera global y a que dé paso a meses de incertidumbre política. El euro se depreció un 3 por ciento.
El valor de las acciones en las bolsas mundiales se reducía en más de 2 billones de dólares, con algunos índices en toda Europa sufriendosu peor caída diaria histórica.
Los grandes bancos británicos registraron una caída en sus valoraciones de más de 100.000 millones de dólares y las acciones de Lloyds, Barclays y RBS llegaron a bajar hasta un 30 por ciento y cerraron con caídas próximas al 20 por ciento.
Cameron, que encabezó la campaña para permanecer en la UE pero perdió la apuesta que asumió cuando convocó la consulta hace tres años, dijo que dimitirá como primer ministro en octubre.
“El pueblo británico tomó la decisión muy clara de adoptar un camino diferente y por eso creo que el país necesita de un nuevo liderazgo para llevarlo en esa dirección”, declaró Cameron en declaraciones frente a su residencia.
“No creo que sea adecuado que yo sea el capitán que dirija nuestro país hacia su siguiente destino”, agregó en la declaración televisada frente a su residencia en Downing Street.
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Abandonar la Unión Europea podría costarle a Reino Unido el acceso al sistema de mercado único sin barreras y significa que deberá negociar nuevos acuerdos comerciales con los países de todo el mundo.
La UE quedará debilitada económica y políticamente, enfrentando la salida no sólo de uno de los miembros que ha defendido con más fuerza las políticas de libre mercado, sino también un país con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y con un Ejército poderoso. El bloque perderá de golpe cerca de un sexto de su producción económica total.
“Es un impacto explosivo. Está en juego la rotura pura y simple de la unión”, dijo el primer ministro francés, Manuel Valls. “Ahora es el momento de inventar otra Europa”, añadió.