Peregrinos en motocicleta piden por la paz de Guatemala

Durante el trayecto de 22 kilómetros hubo paradas para descansar e ingerir alimentos. La Caravana del Zorro comenzó con una peregrinación el 4 de febrero de 1961.

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elsalvador.com

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2016-02-06 9:07:00

GUATEMALA. Unidos por la fe, miles de motociclistas de Centroamérica, México, Ecuador, Colombia, Bolivia y Estados Unidos, participaron ayer en la edición 55 de la Caravana del Zorro, para pedir al Cristo Negro de Esquipulas por la paz de Guatemala. 

“Vamos a pedir paz, progreso y empleo al señor de Esquipulas” dijo en un breve discurso Edy Villadeleón, conocido como el “Zorro Mayor”, antes de encabezar el peregrinaje de 222 kilómetros. 

El heredero de esta tradición hizo un llamamiento a los motociclistas a no ingerir bebidas alcohólicas con el fin de evitar tragedias, como las ocurridas en años anteriores. 

Durante su participación en el acto, el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, dijo que los miles de motoristas en esta caravana demuestran que “cuando hay unidad nacional, se pueden hacer cosas impresionantes”. 

“Espero que esta peregrinación sea una fiesta grata para las familias guatemaltecas, que así como está acompañada de fe, esté acompañada de paz, alegría y unidad familiar”, manifestó Morales. 

Aún cuando los índices de criminalidad se han reducido, Guatemala aún es considerado como uno de los países más violentos de América Latina con una media de 15 asesinatos diarios. 

A las 7:51 hora local, cuando el alcalde capitalino Álvaro Arzú dio el banderazo de salida, comenzaron a rugir los motores y Edy Villadeleón salió en punta escoltado por un multitud de “zorros”. 

La historia de es caravana se remonta al 4 de febrero de 1961 cuando Rubén Villadeleón Porras realizó una peregrinación a Esquipulas en motocicleta, acompañado de otros cinco amigos.

Allí nació la Caravana del Zorro, mote con el que era conocido este entusiasta guatemalteco, y cuyo hijo, Edy, continuó la tradición desde hace unas tres décadas. 

Doña Marcela, una vecina del centro histórico, se levantó, como desde hace 53 años, muy temprano para bendecir a algunos motociclistas y les solicitó que en Esquipulas le pidan al Cristo Negro paz para Guatemala. 

Entre la multitud iba Juan Ramírez, presidente del club de motociclistas Los Cobra, con su “caballo de acero”, única en Centroamérica. 

Ramírez comentó que su motocicleta es una Boss Hoss V8 de 5.800 centímetros capaz de alcanzar una velocidad de hasta 380 kilómetros por hora. Dijo que su poderoso vehículo, que tiene el motor de un vehículo Corvette, lo importó desde Estados Unidos en 1999. 

Ramírez fue uno de los 30.000 motociclistas, de acuerdo con los organizadores, que se tomaron este sábado la carretera al Atlántico rumbo a Esquipulas. La Policía instaló varios puestos de control para prevenir los accidentes, mientras nueve unidades de esta institución acompañan a la caravana hasta llegar a su destino. 

Entre las 5:00 y 6:00 de la tarde llegaron a la Basílica de Esquipulas, en cuyos alrededores pernoctaron para retornar hoy a sus lugares de origen. Los organizadores donaron unos 35.000 quetzales (4.581 dólares) para comprar útiles escolares y escritorios en dos escuelas de Esquipulas, como ha sido tradición en los últimos ocho años.