Un sismo de magnitud 5.8 sacudió el domingo la ciudad de Christchurch, en Nueva Zelanda, pero no hubo reporte inmediato de heridos o daños mayores.
El temblor fue lo suficientemente fuerte para llevar a algunas tiendas a evacuar a los clientes y derribar artículos de los anaqueles. La policía indicó que algunas rocas cayeron en Scarborough Hill en el este de la ciudad y lanzó advertencias a la población para que se mantuviera lejos de las zonas afectadas.
El servicio de ambulancias St. John reportó que varias personas han sufrieron lesiones leves por caídas mientras corrían durante el sismo.
El movimiento telúrico ocurrió casi cinco años después del terremoto de magnitud de 6.3 que en 2011 destruyó gran parte del centro de la segunda ciudad más poblada de Nueva Zelanda, ocasionando la muerte de 185 personas.
El Servicio Geológico de Estados Unidos reportó que el sismo del domingo tuvo su epicentro 17 kilómetros (11 millas) al este de la ciudad a una profundidad de ocho kilómetros (cinco millas).
Las autoridades de Nueva Zelanda no emitieron una advertencia de tsunami.
El temblor fue uno de los más fuertes desde el de 2011 y los residentes de la Isla Sur reportaron haber sentido la sacudida.
Nueva Zelanda está sobre el “Anillo de Fuego”, un arco de fallas sísmicas alrededor de la Cuenca del Pacífico donde son comunes los terremotos.