Un convicto de Nueva Jersey admitió haber asesinado a su madre solo
dos días después de haber sido liberado tras cumplir una sentencia de 30 años en prisión.
Steven Pratt cumplió su condena por homicidio y se declaró culpable de la muerte de Gwendolyn Pratt, su madre, hace dos años.
“No quiero un juicio. Soy cuplable”, aseguró Pratt cuando confesó el crimen, según Fox 32 News.
Una autopsia reveló que la mujer murió por un golpe contundente que le dejó graves heridas en la cabeza.
Según informó el Daily News, su familia y amigos le habían hecho una celebración de bienvenida luego del retorno a su hogar después de cumplir su sentencia de 30 años.
El caso que llevó a Pratt a la cárcel la primera vez ocurrió en el 1984, cuando tenía 15 años de edad. Pratt le disparó a su vecino en la cara y en el hombro luego de una disputas en los apartamentos Carver Hall, de Atlantic City.
En 1986, fue enjuiciado como un adulto y acusado de asesinato.