Trasladan a ‘El Chapo’ de nuevo al penal de donde escapó en julio pasado

Las autoridades mexicanas no han hecho mención a una posible extradición. Analistas consideran que si se da el proceso no serí­a rápido. 

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elsalvador.com

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2016-01-09 7:10:00

Los marines mexicanos apenas habí­an tomado los rifles de francotirador del calibre .50 y el lanzagranadas cargado incautados tras atrapar al narcotraficante más conocido del mundo cuando empezaron a llegar las peticiones: Extraditen a Joaquí­n “El Chapo” Guzmán a Estados Unidos. Y pronto.

Dirigentes mexicanos evitaron pronunciarse sobre la extradición tras la captura de Guzmán en la madrugada del viernes, pero aunque decidan trasladarlo a Estados Unidos, el proceso no serí­a rápido. Por el momento, lo han enviado de vuelta a El Altiplano, la prisión de máxima seguridad de la que se fugó en julio.

Guzmán, que dirige el poderoso cartel internacional de Sinaloa, fue presentado ante la prensa el viernes en la noche vestido con ropa deportiva azul oscuro. Mientras era conducido a un helicóptero por marines, estos pararon la marcha a medio camino y giraron su inexpresiva cara hacia los periodistas para que pudieran tener una imagen clara.

Las peticiones para una rápida extradición son las mismas que en febrero de 2014, tras la anterior captura de Guzmán, que enfrenta cargos por tráfico de drogas en varios estados estadounidenses. Entonces, el gobierno de México insistió en que podí­a lidiar con un hombre que ya se habí­a escapado de una cárcel de máxima seguridad, alegando que primero debí­a pagar su deuda con la sociedad mexicana.

El pasado 11 de Julio Guzmán volvió a fugarse, ante las narices de los guardas y funcionarios de la cárcel más segura del paí­s, empleado un elaborado túnel que sirvió como ejemplo de lo enraizada que está la corrupción en la sociedad, además de avergonzar profundamente al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.

En el anuncio de la última captura del narcotraficante, los funcionarios fueron más discretos que hace dos años, aunque hicieron hincapié en que las labores de inteligencia e investigación corrieron a cargo de las fuerzas mexicanas en su totalidad. No hicieron mención a una posible extradición.

“Tienen que extraditarlo”, dijo Alejandro Hope, un analista de seguridad en México. “Es casi un movimiento obligado”.

Marco Rubio, senador y precandidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, se hizo eco de este sentimiento pidiendo la entrega inmediata de Guzmán a las autoridades estadounidenses. “Teniendo en cuenta que ‘El Chapo’ ya se ha escapado de cárceles mexicanas en dos ocasiones, esta tercera oportunidad de llevarlo ante la justicia no puede desperdiciarse”, apuntó.

Peña Nieto anunció la captura en Twitter diciendo: “Misión cumplida: lo tenemos”.

Guzmán, una figura legendaria en México que pasó de ser el hijo de un agricultor al mayor narcotraficante del mundo, fue detenido tras un tiroteo entre sus hombres y marines mexicanos en su vivienda en Los Mochis, una ciudad costera de su estado natal, Sinaloa.

Al parecer, pensó que su historia era digna de Hollywood. Uno de los motivos que ayudó a localizarlo en una casa de un lujoso vecindario de la ciudad fue su intención de filmar una pelí­cula autobiográfica, dijo la Procuradora General de la República, Arely Gómez, el viernes por la noche en el aeropuerto de la ciudad de México donde se mostró al reo a la prensa.

“Para ello estableció comunicación con actrices y productores, que se convirtieron en una nueva lí­nea de investigación”, explicó.

La operación del viernes fue el resultado de seis meses de investigación y recopilación de inteligencia por parte de las fuerzas mexicanas, que el pasado octubre localizaron a Guzmán en el estado de Durango pero decidieron no atacarlo porque estaba acompañado por una mujer y un menor, explicó la procuradora. Después de eso, asumió un perfil más bajo y limitó sus comunicaciones hasta que decidió mudarse a Los Mochis en diciembre.


Gracias al seguimiento de su cí­rculo más cercano, agregó, se identificó a un constructor de túneles que estaba acondicionando varias viviendas en Sinaloa y Sonora y así­ se ubicó una casa en Los Mochis que las fuerzas de seguridad estuvieron vigilando durante un mes. Las autoridades detectaron mucha actividad en la vivienda el miércoles y la llegada de un auto en la madrugada del jueves. Pudieron determinar que Guzmán estaba en el interior, dijo.

La Marina decidió acercarse el viernes y fueron recibidos con disparos. Cinco sospechosos murieron y otros seis fueron detenidos, y un marine resultó herido.

“Se podí­a oí­r una intensa balacera y un helicóptero; fue feroz”, explicó una vecina, agregando que la batalla se alargó durante tres horas desde la 4:00 de la madrugada. Se negó a ser identificada por temores sobre su propia seguridad.

De acuerdo con el relato de Gómez, el Chapo y su jefe de seguridad, Iván Gastelum alias “El Cholo Iván”, pudieron huir por el sistema pluvial de la ciudad. Al verse perseguidos salieron a la calle por una alcantarilla y huyeron en un vehí­culo robado. Poco más tarde, el coche fue localizado en la carretera de Los Mochis-Navajoa y los dos hombre fueron detenidos en la autoví­a.

Los marines los trasladaron después a un hotel de carretera, el Doux, donde esperaron la llegada de refuerzos, apuntó.

En 2014, Guzmán evitó ser capturado huyendo a través de una red de túneles interconectados con el sistema de drenaje de Culiacán, la capital del estado de Sinaloa.

“Se trata de un logro en favor del estado de derecho (…) una acción contra la impunidad. Muestra que el pueblo puede confiar en las instituciones”, dijo Peña Nieto.

Lo que ocurra ahora es crucial para Guzmán, cuyo cartel gestiona enví­os de varias toneladas de cocaí­na, marihuana y fabrica y transporta metanfetaminas y heroí­na, sobre todo a Estados Unidos.

Estados Unidos presentó una solicitud de extradición de Guzmán el 25 de junio pasado, antes de que escapara de prisión por última vez. En septiembre, un juez estadounidense emitió una segunda orden de captura donde lo acusa de crimen organizado, tráfico de drogas, lavado de dinero y homicidios, entre otros cargos. Pero los abogados del capo ya presentaron apelaciones y recibieron requerimientos que podrí­an demorar el traslado durante meses o incluso años.

En la vivienda de Los Mochis, los marines se incautaron de dos vehí­culos blindados, ocho rifles, una pistola y un lanzagranadas propulsado por cohetes, dijo el cuerpo en un comunicado.

Las imágenes del arsenal mostraron que con dos de los rifles, de calibre 50, se podrí­a penetrar la mayorí­a de chalecos antibalas y autos. El lanzagranadas estaba cargado, y cerca habí­a otra ronda de municiones. Además habí­a un rifle de asalto con un lanzagranadas de 40 mm y al menos una granada.

“La detención es un logro importante en nuestra lucha compartida contra la delincuencia, la violencia y el tráfico de drogas transnacional”, dijo la Agencia Antidroga de Estados Unidos en un comunicado.

Después de su primera captura en Guatemala en 1993, Guzmán fue sentenciado a 20 años de cárcel. En 2001 se escapó de una prisión de máxima seguridad, supuestamente en un carrito de lavanderí­a, aunque algunos expertos dudan de esta versión y creen que huyó por la puerta principal vestido de policí­a.

Su segunda fuga fue mucho más elaborada. “El Chapo” se escapó de la prisión del Altiplano por un túnel de kilómetro y medio de largo, con electricidad, ventilación y hasta una motoneta que se moví­a sobre rieles, que conectaba la ducha que tení­a en su celda con el exterior. Dada la envergadura de la obra, se presume que contó con la complicidad de funcionarios de la cárcel donde volvió a dormir la noche del viernes.