Editor de The Economist prevé cambios políticos decisivos en Latinoamérica

El “editor at large” para América de The Economist y autor de la columna “Bello” (en portugués), Michael Reid, cree que muchos gobiernos de la izquierda se están desmoronando

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elsalvador.com

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2015-12-05 9:02:00

Michael Reid empezó su conferencia recordando una frase que dijo el exPrimer Ministro del Reino Unido, James Callaghan, en 1979 justo antes de una elección: “Hay tiempos, tal vez cada 30 años, en los que hay un cambio profundo en la política. En ese momento no importa lo que digas o lo que hagas, hay un cambio en lo que el público quiere”.

Callaghan, por supuesto, se estaba refiriendo al fenómeno de Margaret Thatcher, quien efectivamente ganó las elecciones generales del Reino Unido de 1979 al mismo Callaghan y dio inicio la época “neoliberal” acompañada posteriormente por la victoria de Ronald Reagan en Estados Unidos en 1981 tras el periodo de los demócratas con Jimmy Carter. 

Reid, distinguido escritor y periodista británico de The Economist,  no duda de que eso es lo que actualmente está sucediendo con las izquierdas en América Latina ahora y fue un fenómeno que ya sucedió en la región en los década de 1980. Ahora bien, la lección más importante de esto es que “el humor político cambia y las formulas políticas que eran exitosas dejan de serlo”.

Autor de “Continente olvidado: La batalla por el alma de América Latina”, Reid sí cree que estamos viendo un cambio en la corriente política e ideológica de la región, aunque no sea de forma integral, y esto sucede después de 15 años en los que la izquierda, en sus distintas formas, ha dominado la región. 

Precisamente, a su juicio, el error de las izquierdas en Latinoamérica ha sido que, tras  abogar tanto por la “alternabilidad”, ahora se aferran al poder a cualquier precio.

Estas fueron las principales ideas que el periodista y escritor británico planteó durante un foro sobre el futuro de Venezuela y América Latina en el Inter-American Dialogue, en Washington DC, con la participación de políticos y académicos.

Durante su conferencia, el  escritor británico fue enfático en plantear que los gobiernos de izquierda han cometido el error de querer aferrarse mucho al poder y esto ha causado que subordinen recursos estatales a sus fines personales.

Según explicó, un factor que ha llevado a muchos de ellos a quedarse en el poder más de lo debido y a cometer errores: el miedo de que si salen del poder se tendrán que enfrentar a la justicia. Este miedo les lleva a intentar mantenerse en el poder con campañas del miedo en las que afirman que los programas sociales se acabarán si ganan sus opositores. Tal como lo hizo Dilma diciendo que el programa Bolsa Familia se acabaría si ella no continuaba en el poder. La estrategia le funcionó a Dilma, pero la crisis económica ya le explotó y no hay duda de que si la elección se hubiera celebrado un par de meses después habría perdido. 

Cristina Kirchner en sus ocho  años en el poder dobló los pagos de salarios públicos. “Lo cierto es que en la mente de muchos líderes de izquierda queda un instinto residual leninista de que su gobierno representa una revolución que es, o debería ser irreversible”, afirmó duramente Reid. 

Señales de desmoronamiento
El escritor de la columna “Bello” (nombre en portugués) recordó al público presente que hace seis semanas casi nadie creía que Mauricio Macri ganaría la elección en Argentina y triunfó por un margen estrecho, pero de forma contundente.   “Muchas personas que siguen de cerca la política en Argentina creen que su margen de 2.8 por ciento de ventaja fue en realidad cerca del 5 por ciento porque hay partes del país, en la Argentina remota, donde pudo haber habido fraude”, explicó Reid. 

Michael Reid reseñó que él estuvo en Argentina un par de días antes de la elección y asistió al debate entre Mauricio Macri y Daniel Scioli, durante el cual se sorprendió por la estrategia de Scioli de posicionar la elección como una batalla entre derecha e izquierda y por su esfuerzo de convocar al voto duro de Cristina Kirchner, pero no fue suficiente para ganar.

En el caso de Venezuela, Reid comentó que las encuestas le dan una ventaja de casi 30 puntos a la oposición y ha señales de que el régimen chavista se desmorona. Por otro lado,  Hace unas semanas, en Ecuador, Rafael Correa anunció que no va a ser candidato en 2017 en un momento en el que la economía se desmorona, aunque posteriormente se ha aprobado la reelección indefinida. 

Encima de esto, el periodista británico mencionó que en Brasil de forma dramática el Partido de los Trabajadores se desmorona. Más de 10% de sus actuales alcaldes han abandonado el partido en pocas semanas y es probable que en las próximas elecciones municipales, por primera vez desde que fue fundado, verá  una reducción importante en su número de alcaldes.

En Chile, Reid explicó que la presidenta Bachelet está debilitada políticamente por errores propios. Ahora bien, el escritor indicó que hay excepciones, en Bolivia es muy probable que el presidente Morales gane el referéndum en febrero de 2016 y podrá ser candidato en el 2020, y en Uruguay el Frente Amplio va muy bien. 

Sin embargo, “si juntas la foto te darás cuentas de que el largo periodo de dominación de la izquierda en América Latina está llegando a su fin”, apuntó Reid.

¿Por qué llegó y por qué saldrá  la izquierda del poder en América Latina? 
Reid explicó que la ola de gobiernos izquierdistas en América Latina empezó con la elección de Hugo Chávez en 1998 y continúa, incluso con crisis económica. La izquierda ganó en Venezuela y en Chile en 2013, y en Brasil, Uruguay, Costa Rica y El Salvador en 2014. El resultado es que por el momento 9 de los 12 países en Sudamérica son gobernados por la izquierda y 3 de los hispanoparlantes en Centroamérica también.
 

El periodista que reside en Lima cree que esto sucedió porque el estancamiento económico causado por la llamada “media década perdida” de 1998 a 2002, combinado con el desencanto, la corrupción y la incapacidad del gobierno de cumplir sus promesas.

Reid recuerda a Carlos Andrés Pérez, quien fue un buen  presidente de Venezuela en las década de los 70, pero se quedó sin dinero cuando regreso a la presidencia en 1989. Su corrupción e incapacidad fueron los que trajeron a Chávez al poder.

Crisis económica
El escritor de la columna Bello cree que si miras hoy a la región te darás cuenta de que muchos de los factores que llevaron a la izquierda al poder son los mismos que la están intentando sacar del poder. El primero de ellos es la grave situación económica: ha habido 5 años de desaceleración y este año la región como un todo se contraerá. La crisis ha sucedido por la caída de las exportaciones, la caída del precio de las materias primas, la crisis china y el descenso de la inversión extranjera, la cual estaba relacionada con las materias primas. Esta crisis se ha traducido en descontento de la población, los índices de aprobación de muchos presidentes han alcanzado mínimos históricos. 

La corrupción
El segundo factor que menciona Reid por la que la izquierda está perdiendo poder es la frustración y el enojo de la población con el desempeño de los distintos gobiernos en 2 temas particulares: corrupción y la demanda de mejor calidad de los servicios públicos.

La corrupción ha estado presente de manera especial en Venezuela, Chile, Guatemala, México, Perú y Brasil. “Siempre acuérdense de Carlos Andrés Pérez. La combinación de austeridad y corrupción es políticamente tóxica”, sentenció Reid. 

Reid manifestó que la izquierda dominó por muchos años en la región por el boom de las materias primas, por su éxito en sus políticas sociales y también hay un factor ideológico causado por la crisis financiera de 2007 y 2008, en la que América Latina no fue gravemente afectada y la cual desacreditó considerablemente al capitalismo de libre mercado. 

No hay duda de que los gobiernos de izquierda y el boom de los precios de las materias primas hicieron crecer la clase media, de 2001 a 2011 63 millones en Sudamérica y México pasaron a la clase media, pero esta clase media ha estado demandando mejores servicios públicos porque pueden satisfacer sus necesidades básicas.  Reclaman mejores escuelas, mejores hospitales y mejor servicio público, pero los gobiernos no les han podido cumplir. 

El periodista de The Economist afirmó lo siguiente: “Si juntas una economía lenta, el enojo por la corrupción y la demanda de mejores servicios públicos entonces obtienes una demanda por un cambio político”.

Sin embargo,  recuerda que la izquierda ha construido crédito con la población en muchos países porque gobernó en época de prosperidad económica y creó muchos programas sociales, incluyendo programas de transferencia de dinero, los cuales pueden generar mucha lealtad.

Hay un estudio que fue conducido en los 70s llamado “Favela”. La investigadora se dio cuenta de que muchas de las personas con las que platicó en la favelas de Río de Janeiro tenían retratos de Getulio Vargas en sus casas, a pesar de que este presidente había muerto hace aproximadamente 20 años, pero la gente aún se acordaba de él porque fue el presidente que introdujo porque introdujo en Brasil las vacaciones pagadas, las ausencias por enfermedad y los contratos que ayudaron a las personas. Reid cree que algo similar sucedió con Lula y Chávez; sin embargo, hay que tener en cuenta que esto no es para siempre, sino que solo duda un momento. 

La gran oportunidad de la centro-derecha
El periodista de The Economist cree que la centro-derecha tiene una gran oportunidad de llegar al poder, pero “no tiene un pasaporte automático a la presidencia”. Necesita buenos candidatos y un programa con políticas sociales exitosas. “La noción de que lo único que tienes que hacer es recuperar a la economía ya no es suficiente”, señaló Reid. 

La brillante  conclusión de Michael Reid fue la siguiente: “Este no es un retorno a la América Latina del 2000. Los gobiernos de izquierda cambiaron a América Latina de manera sustancial: ha habido cambios sociales, se ha ampliado clase media, hay más educación y hay democracias en más sitios. Pero sí creo que la región va a entrar a una etapa de ciclos políticos más cortos porque gobernar será mucho más difícil”.