Cientos exigen a Obama parar las deportaciones

Según The Washington Post, miles de indocumentados será detenidos en enero

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elsalvador.com

Por Agencias Internacionales

2015-12-30 9:00:00

WASHINGTON. Cientos de inmigrantes protestaron ayer frente a la Casa Blanca para exigir al presidente Barack Obama detener las deportaciones de centroamericanos que realizará el Departamento de Seguridad Interna (DHS) en enero.

A la concentración se sumaron activistas y representantes de organizaciones sindicales y de entidades no gubernamentales que defienden los derechos de los inmigrantes.

 “Queremos decirle al Departamento de Seguridad y al presidente Obama que si continúan con este plan, esas familias, esos niños van a ser asesinados en sus países de origen”, dijo durante el acto Gustavo Torres director de Casa de Maryland, organización de asistencia a los inmigrantes.

 Los planes de deportación del DHS, que fueron revelados por The Washington Post la semana pasada, se concentrarían en adultos y niños sobre los que ya pesan órdenes de repatriación por parte de un juez migratorio y se realizarían a partir del próximo mes de enero.

Hasta ahora el DHS no ha proporcionado detalles del programa pero la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por su sigla en inglés) dijo que los migrantes indocumentados que han entrado al país después del 1 de enero de 2014 y tienen órdenes de deportación, están en la lista de prioridades del memorando del 20 de noviembre de 2014.

 Torres subrayó que los inmigrantes centroamericanos entran en la categoría de refugiados porque Guatemala, El Salvador y Honduras viven la peor crisis de violencia en los últimos 30 años. 

“Queremos que se de un TPS (estatus de protección temporal) a estos refugiados y que se paren las deportaciones, por eso estamos acá”, dijo en a Notimex el activista.

 Casa de Maryland y otras organizaciones aliadas presentaron una propuesta de organización que incluye la creación de una red a nivel nacional de abogados, trabajadores sociales, organizaciones comunitarias y voluntarios para asegurar la protección a los refugiados. 

Asimismo implementarán una campaña educativa para informar a la comunidad sobre sus derechos en caso de que autoridades migratorias lleguen a sus domicilios, “queremos decirles que sin importar su estatus migratorio tienen derechos”.

 Torres dijo que la alianza de organizaciones activistas e inmigrantes continuarán la lucha para enviar un mensaje “muy claro” tanto al mandatario y el titular del DHS, Jeh Johnson como a Sarah Saldaña, directora de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) “encargada de implementar las redadas”.

 El activista envió también un mensaje a la aspirante presidencial demócrata, Hillary Clinton, quien ha manifestado su apoyo a los inmigrantes.

 “Ésta es su oportunidad para que se distinga de los candidatos republicanos y en especial de Donald Trump”, remarcó en referencia al mensaje antiinmigrante y en particular en contra de los mexicanos que el empresario de bienes raíces ha enviado durante su campaña.

 Varios miembros de las familias que serían afectadas por las repatriaciones señalaron las circunstancias que viven en su países y narraron las dificultades que experimentaron para emigrar.

 “Señor presidente (Obama) la comunidad está cansada de huir de la violencia y ahora del ICE, demandamos un respiro de esperanza”, apuntó el inmigrante hondureño identificado como Josué.

 “En El Salvador estamos pasando por una gran crisis en la que nuestros jóvenes son torturados, secuestrados, viviendo una gran violencia, mucho derrame de sangre, por eso es tan preocupante que se ponga en marcha el plan de deportaciones masivas”, dijo la salvadoreña Lidia Rivas.

Desencanto

El gobierno de Obama ha sido fuertemente criticado por su política de deportaciones ya que dio esperanza de legalizar temporalmente a unos cinco millones de indocumentados a través de una orden ejecutiva dictada por el propio mandatario el año pasado.

En Estados Unidos sigue como un problema insoluble la adopción de una reforma integral de las leyes de inmigración y naturalización debido a aguzados desencuentros entre demócratas y republicanos en el Congreso.

El estancamiento del tema mantiene en la ilegalidad a más de 11 millones de personas que, se calcula, residen en territorio estadounidense de forma clandestina.