ESTADOS UNIDOS. Por ahora, el escenario más probable es que los yihadistas hayan colocado una bomba con un temporizador en el avión. Tres funcionarios estadounidenses que tuvieron acceso a los datos de inteligencia afirmaron para la cadena CNN que el reloj de la bomba se habría fijado para que explotara una vez que el avión hubiese despegado.
Según confirmaron las fuentes consultadas por la cadena estadounidense, una bomba así tuvo que haber sido confeccionada con explosivos de grado militar como el C4.
De hecho, el Estado Islámico en el Sinaí ya utilizó este explosivo en otras oportunidades. Zack Oro, un experto en el Estado Islámico en esa zona, informó que este año el ejército egipcio interceptó cargamentos de explosivos que incluían el C4. Mohannad Sabry, especialista en la región, asegura que hay miles de kilos de explosivos disponibles en el Sinaí.
El C4 o Composition C4 es una variedad común de explosivo plástico de uso bélico. Es fácilmente maleable y uno de los más potentes que se conocen en la actualidad.
El primer ministro ruso, Dmitri Medvedev, admitió la posibilidad de que una “acción terrorista” haya sido el origen de la caída del avión ruso, luego de que varios países y expertos adelantaran hace varios días la tesis del atentado del sábado 31 de octubre en el que murieron los 224 ocupantes del aparato.
La rama egipcia del grupo yihadista Estado Islámico (EI) aseguró haber derribado el avión como represalia por los bombardeos rusos en Siria, pero no explicó cómo lo hizo.
Oficiales de inteligencia egipcios identificaron al cabecilla de un grupo satelital del Estado Islámico en la península del Sinaí, el egipcio Abu Osama al Masri (también conocido como sheikh Osama al Masri), como autor intelectual del atentado que causó la explosión de la aeronave.