El terrorista Salah Abdeslam dijo a dos amigos que está en Bruselas y que trata de huir a Siria

Precisaron que el yihadista les contó que estaba en una mala situación, acorralado por las autoridades y en el punto de mira de los  miembros locales de Estado Islámico

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elsalvador.com

Por Agencias Internacionales

2015-11-22 11:37:00

PARÍS. Salah Abdeslam, de 26 años, el terrorista de Estado Islámico huido de los atentados de París y el hombre más buscado en Europa, se esconde en el área de Bruselas y llamó “desesperado” a sus compañeros para que le ayudaran a regresar a Siria, según el testimonio de dos amigos al canal norteamericano ABC News.

Según su relato, ellos y un tercer amigo pudieron hablar con Abdeslam esta pasada semana a través de Skype por teléfono móvil. 
El hermano de Salah, Mohamed, confirmó que dos de sus amigos le hablaron sobre la llamada desesperada de su hermano huido, e insiste en pedirle a Salah que se entregue a la policía. “Creo que no está lejos”, aseguró Mohamed. 

Esta información coincide con los datos que maneja la policía belga, que cree que el fugitivo se encuentra en Bruselas. 

Los amigos de Abdeslam, que hablaron bajo el anonimato a ABC News, precisaron que Salah les llamó el martes por la noche y les dijo que se estaba escondiendo en el área de Bruselas pero que trataba de manera desesperada llegar al territorio ocupado por Estado Islámico en Siria. 

Según les contó Salah Abdeslam, estaba en una mala situación, acorralado entre las autoridades belgas y francesas que le buscan y miembros locales de Estado Islámico que según Abdeslam le estaban “vigilando” y estaban descontentos con él por haber fallado al no detonar su chaleco de explosivos. 

Abdeslam les dijo que había jugado un papel menor en los ataques, pero sus amigos dudan de su inocencia. Según la policía, se cree que Salah fue uno de los terroristas que disparó indiscriminadamente contra bares y restaurantes de París. 

Bruselas ha estado este fin de semana en el máximo nivel de alerta ante el riesgo de un “atentado inminente”, según las autoridades belgas. 

El metro permanece cerrado, así como numerosos centros comerciales, tiendas o cines. Las calles de la capital belga han sido tomadas por patrullas del ejército y la policía.