Una joven estaba sentada en la parte superior de la bomba que derribó el avión de Rusia, cuya explosión tenía la fuerza de un kilo de dinamita y estaba debajo de su asiento.
María Ivleva, de 15 años, habría sido la primera en morir en la tragedia, según revelaron los investigadores del accidente y que recopila la agencia de noticias rusa LifeNews.
Los investigadores dicen que la bomba, que mató a 224 personas, estaba debajo del asiento 31A, donde se sentó María, o en el 30A, donde iba una señora de 77 años de edad, identificada como Nadezhda Bashakova, quien estaba sentada justo en frente de la joven.
Las pesquisas arrojan que es probable que ambas murieron instantáneamente cuando la bomba estalló.
Los demás pasajeros sufrieron el pánico de la explosión durante mucho más tiempo cuando el avión cayó de 31,000 pies a una velocidad de 6,000 por un minuto antes de golpear el suelo.
El origen de la explosión fue descubierto gracias a pruebas químicas y otras pruebas forenses en los asientos del Airbus A321.
Una teoría es que la bomba pudo haber sido colocada debajo del asiento en el espacio donde se encuentra por lo general el chaleco salvavidas.