Papa inaugura sínodo de familia; reprueba el matrimonio gay

Los obispos de todo el mundo debatirán durante tres semanas sobre los retos que encara la familia moderna

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elsalvador.com

Por Agencias Internacionañes

2015-10-04 9:25:00

CIUDAD DEL VATICANO. El Papa Francisco reafirmó el domingo la oposición de la Iglesia Católica Apostólica Romana al matrimonio entre parejas del mismo sexo en la inauguración de una reunión de tres semanas de obispos de todo el mundo, pero dijo que la religión debía mostrar amor y comprensión hacia todos.

El Santo Padre presidió una misa solemne en la Basílica de San Pedro para inaugurar la reunión, conocida como sínodo, que discutirá el tema de la familia en el mundo moderno.

La antesala del sínodo, al que asisten unos 300 obispos y otros delegados, ha sido dominado por temas sobre la homosexualidad.

En la víspera de la reunión, el Vaticano removió de su cargo en la Santa Sede a un sacerdote polaco después de que reconoció públicamente que era gay y pidió cambios a las enseñanzas católicas contra la homosexualidad.

Conservadores realizaron una conferencia en Roma poco antes del inicio del sínodo, en la que abordaron formas en las que los homosexuales pueden vivir según las reglas del catolicismo, que sostienen que deberían llevar una vida de castidad, en tanto, un grupo de activistas católicos gay convocó a otra para exigir que se los acepte plenamente en la Iglesia.

Francisco dedicó un tercio de su homilía al tema del amor entre un hombre y una mujer y su rol en la procreación. “Este es el sueño de Dios para su criatura predilecta: verla realizada en la unión de amor entre hombre y mujer; feliz en el camino común, fecunda en la donación reciproca”, sostuvo.

También habló sobre el “significado auténtico de la pareja y de la sexualidad humana en el plan de Dios”, una clara referencia al matrimonio heterosexual.

El Sumo Pontífice también hizo hincapié en que la Iglesia debe ser más abierta, caritativa, compasiva y misericordiosa con toda la gente, en especial con aquellos cuyas vidas han sido dañadas y con quienes tienen dificultades para adherirse a los principios del cristianismo.

El líder de los 1,200 millones de fieles católicos dijo que el hombre “que cae o se equivoca debe ser comprendido y amado”.

“La Iglesia debe buscarlo, acogerlo y acompañarlo, porque una Iglesia con las puertas cerradas se traiciona a sí misma y a su misión, y en vez de ser puente se convierte en barrera”, agregó.

Otro tema del sínodo será cómo acercarse a los católicos que se han divorciado y vuelto a casar en ceremonias civiles.

Para la Iglesia, ellos aún están casados con su primera esposa y viven en pecado. Algunos obispos quieren un cambio de las normas que les prohíben recibir sacramentos como la comunión.