Misil fabricado en Rusia derribó al vuelo MH17 de Malaysia Airlines en Ucrania

El informe de Holanda se limita a señalar las causas que causaron la caída del avión, pero no entra en cuestiones de culpabilidad o responsabilidad 

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elsalvador.com

Por Agencias Internacionales

2015-10-13 9:10:00

BRUSELAS. Un misil Buk de fabricación rusa derribó al vuelo MH17 de Malaysia Airlines en Ucrania, dijo ayer la Junta de Seguridad de Holanda en su reporte final sobre el accidente del 17 de julio de 2014, que provocó la muerte de las 298 personas que iban a bordo.

El misil fue disparado desde un área de 320 kilómetros cuadrados en la parte este de Ucrania, según los ejercicios de simulación llevados a cabo, pero esta investigación no ha podido concretar con exactitud desde dónde, para lo que se necesitarán más análisis. 

Los restos del avión quedaron esparcidos en un área de 50 kilómetros cuadrados, también en el este de Ucrania. 

La esperada conclusión del panel, que no tiene poder para asignar responsabilidades, no indicó quién lanzó el misil.

“Una ojiva 9n314m detonó fuera del avión, en la parte izquierda de la cabina. Esto encaja con el tipo de ojiva instalada en el sistema de misiles Buk tierra-aire”, dijo el presidente de la junta, Tjibbe Joustra, en la presentación del informe.

En un encuentro con familiares de las víctimas más temprano ayer, Joustra dijo que los pasajeros que no murieron por el impacto del misil habrían quedado inconscientes por la repentina descompresión del aparato y la falta de oxígeno a 10,000 metros de altura.

Un total de siete países -Holanda, Ucrania, Malasia, Estados Unidos, Reino Unido, Australia y Rusia- participaron en esta investigación, y según Joustra, “todos” respaldaron que el accidente se debió a la detonación de un misil en la proximidad del avión. 

Joustra hizo sus comentarios en la base militar de Gilze-Rijen, donde la cabina y la clase ejecutiva del Boeing 777 fueron reconstruidos de forma meticulosa a partir de los restos recuperados en Ucrania.

El panel señaló también que Ucrania tenía razones para haber cerrado el espacio aéreo sobre la zona de conflicto, y que las 61 aerolíneas que siguieron volando por la zona deberían haber reconocido el peligro potencial.

Asimismo, recomendó un cambio en las reglas de aviación internacional para obligar a los operadores a ser transparentes sobre las rutas que eligen.

Tras conocerse el informe, el primer ministro holandés, Mark Rutte, pidió a Rusia que coopere activamente en la investigación criminal para hallar al culpable del derribo del vuelo MH17.

Sin embargo, no todos estuvieron de acuerdo en la identificación del tipo de misil: “Rusia afirmó que no es posible determinar el tipo de misil con certeza”, precisó. 

El consorcio ruso de defensa antiaérea Almaz-Antei, fabricante de los misiles Buk, contradijo las conclusiones de la investigación en Holanda, al discrepar sobre el tipo de misil y asegurar que fue lanzado desde una localidad controlada por las fuerzas ucranianas. 

Ucrania, por su parte, acusó a los servicios secretos rusos de planear el derribo del avión, y aseguró que el ataque se perpetró desde territorio controlado exclusivamente por los guerrilleros rusos. 

El primer ministro holandés, Mark Rutte, pidió por su parte “paciencia” porque aunque la investigación arroja luz sobre lo ocurrido, no sirve de “prueba legal” para determinar quiénes fueron los responsables, al tiempo que pidió a Rusia que respete el informe y que coopere plenamente.