Francisco pide: sirvan a las personas y no a ideologías

Además, aconseja a los jóvenes cubanos tener el corazón abierto para el que piensa distinto

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elsalvador.com

Por Agencias Internacionales

2015-09-20 9:40:00

El Papa se reunió con el dictador cubano, Fidel Castro, en el segundo día de una gira por Cuba que inició con una misa en la que lanzó un llamado para que la gente sirva a sus prójimos y no a las ideologías.

Francisco antepuso ayer la persona a la ideología en una misa multitudinaria en la Plaza de la Revolución de La Habana ante el dictador cubano, Raúl Castro, y donde se escuchó una apelación a la reconciliación cubano-estadounidense. 

El Pontífice invitó a defender a los miembros más frágiles de la sociedad y dijo ante miles de cubanos que lo importante es servir “a las personas” y no a las “ideas”. 

Francisco, tercer Papa que celebra una misa en este lugar tras sus predecesores Juan Pablo II y Benedicto XVI, lanzó un mensaje que fue más allá de propósitos sólo pastorales y llamó a poner por delante de cualquier ideología la protección de los más necesitados. “El servicio nunca es ideológico, ya que no se sirve a ideas, sino que se sirve a las personas”, continuó el Papa en presencia de Castro.

 La referencia destacó precisamente por ser este el lugar en el que se concentran símbolos que en Cuba son los pilares ideológicos básicos del régimen cubano, al pie del monumento a José Martí, y que La Habana utiliza frecuentemente como escaparate de su apoyo entre las masas.

 El Papa defendió el concepto del “servicio” a los demás pero alertó contra la tentación de querer beneficiar “a los ‘míos’ en nombre de lo ‘nuestro’”, porque, dijo, eso puede generar una “dinámica de exclusión”.

“Servir significa, en gran parte, cuidar la fragilidad. Cuidar a los frágiles de nuestras familias, de nuestra sociedad, de nuestro pueblo”, dijo el Papa.

“Quien quiera ser grande, que sirva a los demás, no que se sirva de los demás”, afirmó el Papa. También, el Pontífice sorprendió al referirse al conflicto colombiano y a las negociaciones de paz con la guerrilla de las Farc, que tienen lugar precisamente en La Habana.

“No tenemos derecho a permitirnos otro fracaso más en ese camino de paz y reconciliación”, dijo el Papa, en un mensaje dirigido a los negociadores del gobierno colombiano y las terroristas FARC.

Después de la misa, Francisco mantuvo luego un encuentro con el dictador de Cuba Fidel Castro, a quien visitó en su domicilio de La Habana, según anunció el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi. 

Francisco visitó al dictador  acompañado del nuncio apostólico, Giorgio Lingua, y al encuentro también asistieron la esposa, hijos y nietos de Fidel Castro, en total unas diez personas. El Pontífice argentino y Castro hablaron de “temas de la problemática mundial de hoy”, en particular sobre el medio ambiente, explicó Lombardi.  

El Papa Francisco mantuvo también ayer conversaciones oficiales con el gobernante Raúl Castro, una reunión que duró una hora exacta como establecía el programa y en la que hablaron del “buen estado y favorable desarrollo de las relaciones bilaterales entre Cuba y la Santa Sede”, que cumplen ahora el 80 aniversario de sus vínculos ininterrumpidos, según la nota oficial del encuentro. 

Exhortacion a jóvenes
Luego acudió a una reunión con sacerdotes y religiosos, a quienes pidió no caer en la tentación de la riqueza y concluyó la jornada con un encuentro con jóvenes, donde les pidió no cerrarse a los demás sólo por no compartir una ideología o pensar distinto. Y los instó a buscar el bien común.

“A ustedes, jóvenes cubanos, aunque piensen diferente, aunque tengan puntos de vista diferentes quiero que vayan acompañados, juntos, buscando la esperanza, el futuro y la nobleza de la patria”, instó Jorge Bergoglio en la alocución que improvisó ante centenares de chicos y chicas congregados a las puertas del Centro Cultural Padre Félix Varela.      

Francisco los exhortó a tener los “corazones abiertos y las mentes abiertas” y hablar con el que piensa distinto buscando lo que existe en común.              

Les encomendó que trabajen en crear “amistad social” porque la enemistad destruye la familia, destruye un país y puede destruir el mundo. 
El pontífice animó a la juventud de la isla a soñar, porque un joven que no es capaz de hacerlo “está clausurado y cerrado en sí mismo”: “Sueñen que el mundo con ustedes puede ser distinto, sueñen que si ponen lo mejor de ustedes van a ayudar a que ese mundo sea distinto”.

Recordó que los jóvenes “son la esperanza de un pueblo” y advirtió sobre el “grave” problema de desempleo juvenil que existe en Europa. 
“Un pueblo que no se preocupa por dar trabajo a los jóvenes no tiene futuro”, denunció el pontífice, quien lamentó que la juventud entre a formar parte de esa “cultura del descarte” que genera el “imperio del dios dinero”.