Pedirán al Papa interceder por niños migrantes indocumentados

En la petición exhortan al Papa Francisco a utilizar sus buenos oficios para conseguir apoyos a la causa pro inmigrantes en las esperas políticas de Washington.  

descripción de la imagen
elsalvador.com

Por Tomas Romero

2015-09-22 4:21:00

Un pequeño grupo de niños seleccionados en las parroquias de Washington,  DC, y que representan a los menores indocumentados que pusieron de relieve la crisis de inmigración en la frontera sur de Estados Unidos, en 2014, entregarán al Papa Francisco una carta para solicitar sus buenas gestiones ante las instancias del gobierno estadounidense para regularizar la situación de estos menores sin un estatus legal en ese país.

El prelado de la iglesia recibirá a este grupo justo al final de la apretada jornada de este miércoles que empieza con una reunión con el presidente Barack Obama en la Casa Blanca y que culminará con la misa en la Basílica de la Inmaculada Concepción donde canonizará al misionero español del siglo XVIII, Junípero Serra.

Claudia Preza, directora ejecutiva de una nueva fundación de apoyo a los jóvenes inmigrantes en el área de la capital, comentó que han recolectado cerca de 20 mil firmas en apoyo a esta misiva, pero que en la oportunidad en que los niños saluden al Papa Fransico, solo entregarán la carta al Pontífice.

El encuentro del jefe de la iglesia con los menores indocumentados se dará también en la antesala del discurso que prelado dará en inglés en el Capitolio de Washington, a primera hora del jueves, cuando se dirigirá en una sesión especial del Congreso ante los legisladores de la Cámara Alta y Cámara Baja del legislativo estadounidense.

El sacerdote Eveligio Menjivar, portavoz de la Arquidiócesis de Washington y párroco de Nuestra Señora de las Américas confirmó a El Diario de Hoy que acompañará a los  menores para este encuentro con el Pontífice.

Este religioso de nacionalidad salvadoreña reconoció que esta reunión será en privado y en un entorno muy pequeño en la sede de la Nunciatura Apostólica, donde se estará hospedando el jerarca católico durante su estancia en la capital nacional; también será un encuentro fuera del alcance de la prensa nacional e internacional que ha llegado a Washington para apostarse en la mega cobertura de esta visita papal.
La salvadoreña Claudia Preza dice que el Papa Francisco es conocedor de la situación de violencia, inseguridad y falta de oportunidades para niños y jóvenes en los países centroamericanos y en especial en los del Triángulo Norte, El Salvador, Honduras y Guatemala, de donde se desató la crisis en 2014 con la llegada masiva de niños no acompañados a la frontera sur de Estados Unidos.

“El Papa ya ha expresado su preocupación por la violencia en El Salvador y en los otros países de la región, pero en esta oportunidad le estamos pidiendo que haga gestiones ante el gobierno de Estados Unidos para apoyarnos en los procesos de integración de estos niños en este país”, razona Preza.
La misiva calzada con el membrete de la nueva organización no gubernamental JóvenES Hispanos US/Washington Youth Development, y escrita en una página, sintetiza las aspiraciones de los niños migrantes y exhorta al líder de 1,3 billones de católicos alrededor del mundo y de un aproximado de 65 millones en Estados Unidos a utilizar sus oficios para esta causa humanitaria.

“Por este medio le rogamos que interceda también a favor a favor de los millones de inmigrantes indocumentados que viven en este país para que puedan regularizar su situación migratoria”, reza uno de los párrafos de la carta que pondrán en las manos del Papa Francisco.

En el verano de 2014 la llegada de miles de menores de edad procedentes de El Salvador, Honduras y Guatemala desató una crisis humanitaria en la frontera, cuando los centros de refugio de indocumentados colapsaron en su capacidad y obligó a reuniones de urgencia en Washington entre el  presidente Barack Obama y sus homólogos de la región que se comprometieron a crear programas para evitar la salida masiva de niños con destino a Estados Unidos.

La potencia del norte sólo se comprometió  a facilitar algunos procesos para que el Sistema de Justicia valorara algunas peticiones de asilo político, y de reunificación con padres ya instalados en esa nación, pero nada más que no permita la normativa legal migratoria vigente.