Los catalanes participan el domingo en una votación que podría colocar a la región nororiental en la senda de la independencia del resto de España o acallar las aspiraciones secesionistas durante años.
Partidarios de la secesión llevan años presionando para la celebración de un referéndum sobre la independencia, pero el gobierno central no lo ha permitido argumentando que sería inconstitucional porque una votación así solo puede convocarse desde Madrid.
“Hoy es una gran victoria para la democracia en Cataluña”, dijo Artur Mas, presidente gobierno regional, quien ha encabezado la campaña a favor de una votación independentista. “Superamos todos los obstáculos del gobierno español. Ahora Cataluña enfrenta su propio destino”.
En las elecciones del domingo se elegirán los 135 miembros del Parlamento regional, con sede en la capital regional, Barcelona. Pasado el mediodía, un 35% de los autorizados a votar habían participado, 5% más que en la elección local pasada, informó el gobierno. La portavoz del gobierno Meritxell Borras informó que los votos emitidos por correo postal de catalanes que viven en el extranjero también podrían tener un impacto importante en os resultados.
Los secesionistas sostienen que si logran los 68 escaños que dan la mayoría absoluta, el resultado les dará un mandato democrático para iniciar un proceso de separación de España que podría incluir una declaración unilateral de independencia.
El gobierno central de Mariano Rajoy, del conservador Partido Popular, advirtió que empleará todos los recursos legales a su alcance para evitar la independencia catalana, una salida que según líderes europeos incluiría su expulsión de la Unión Europea.
A Madrid también le preocupa que si Cataluña se separa, esto afectará los débiles signos de recuperación económica que ha tenido España y donde el desempleo se ha mantenido en alrededor de 22% en los últimos años.
Las encuestas anticipan una ligera ventaja de las formaciones independentistas, pero también apuntan a que la coalición Juntos por el Sí formada por partidarios de la secesión, necesitaría el respaldo del partido radical más pequeño Candidatura de Unidad Popular (CUP) para tener mayoría parlamentaria necesaria para iniciar su proceso de separación de España tras siglos de unión.
Los catalanes, ya sean partidarios o no de la secesión, están profundamente orgullosos de su idioma catalán, cooficial junto al castellano y que estuvo prohibido durante los años de la dictadura del general Francisco Franco.
Jordi Pérez es uno de los 5,3 millones de catalanes— de una población de 7,5 millones— llamados a las urnas el domingo. Este funcionario de 50 años dijo que votó por la coalición “Junts pel Sí” porque siente que, históricamente, España ha menospreciado la cultura y el idioma de la región.
“Quiero la independencia desde que era joven”, dijo Pérez tras votar en un centro electoral en Barcelona. “Durante tres siglos nos han robado nuestra cultura. Hemos llegado al punto en el que el pueblo catalán dice basta”.
Frente a los partidarios de la secesión, que en los últimos años han organizado multitudinarias manifestaciones, quienes están a favor de seguir en España han mantenido un perfil más bajo.
Sandra Guerrero, una maestra de escuela de 30 años, dijo que estas elecciones la llevaron a votar por primera vez. Su elección fue Ciudadanos, que está en contra de la independencia.
“Tenemos la fama de que todos los catalanes queremos la independencia, pero la verdad es que he votado ‘No”’, dijo Guerrero. “Mis padres son de fuera, de Andalucía. Fuera de aquí siempre me han tratado bien. Me siento parte de España. Estoy orgullosa de ser catalana, pero también española”.
“Nunca he votado, pero siento que esta vez sí porque son elecciones importantes”.