Investigan si cazadores mataron a Jericó, el hermano del león Cecil

Una asociación de protección animal anuncia su muerte, mientras que un investigador sostiene que sigue con vida

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elsalvador.com

Por Agencias internacionales

2015-08-01 9:00:00

Zimbabue. Jhonny Rodrigues, presidente de la asociación de conservación animal Zimbabue Task Force, informó ayer de la muerte a tiros de Jericó, el león que ocupó el lugar de Cecil como líder de la manada tras la muerte de éste último a manos de un cazador.

Justo un mes después de que Cecil muriera cazado por el dentista estadounidense Walter James Palmer, Jericó “ha sido abatido a las 4:00 pm hora local. Por el momento se desconocen más datos de su muerte”, dice el comunicado de Rodrigues.

El conflicto sobre Jericó se sumó a la indignación internacional por la muerte de su hermano Cecil, el cual era un animal protegido. Zimbabue busca la extradición de Walter Palmer por las acusaciones que él y otros enfrentan por cazar ilegalmente al león, dijeron autoridades.

Jericó era el hermano y segundo león de la manada liderada por Cecil, el león insigne de Zimbabue. Al morir éste, Jericó ocupó su lugar como macho alfa.

Sin embargo, varias horas después la agencia internacional Reuters informaba de que Brent Stapelkamp, investigador del proyecto Lion Research Project, del Parque Natural Hwange, donde vive Jericó, contradecía esa información. Stapelkamp, que está monitoreando al león con una etiqueta provista de GPS, dijo a la agencia de noticias internacional que “por lo que yo puedo decir, está vivo y bien”. “Cuando me enteré de la noticia (de la muerte de Jericó) miré el ordenador. Sus movimientos son los habituales y aparentemente se encuentra con una hembra”, añade.

Desde la muerte de Cecil la mayor preocupación era si Jericó protegería a los cachorros de Cecil o los mataría para asegurar su descendencia.

Finalmente Jericó decidió ‘adoptarlos’ y protegerlos.

A los responsables del parque también les preocupaba si sería capaz de proteger a los cachorros y leonas de leones más jóvenes que intentaran hacerse con el liderazgo de la manada.

Cecil, de 13 años, murió el 1 de julio durante una cacería contratada por Palmer que pagó  unos $54,914 por cazar con su arco y flecha al león.

Con un cebo muerto le atrajeron fuera del Parque Natural de Hwange donde está prohibida la caza. Según la versión de las autoridades le cegaron con los faros del vehículo y Palmer le disparó, hiriéndolo gravemente.

Durante dos días lo siguieron y lo encontraron moribundo. Palmer le remató y le cortaron la cabeza y lo desollaron.

Las autoridades de Zimbabue han solicitado a EE.UU. la extradición de Palmer, del que se desconoce su paradero desde que se revelara su identidad, acusado de un delito de caza furtiva.

Hay quienes consideran que Walter Palmer también debe responder ante la justicia y en Zimbabue.

Al menos, así lo piensan las más de 162,000 personas que, hasta media noche del jueves, firmaron la petición a la Casa Blanca para que el cazador sea extraditado al país africano.

Las condiciones legales para la entrega de Palmer están dadas: Estados Unidos y Zimbabue tienen un acuerdo de extradición desde abril de 2000.

El tratado aplica a todo aquel que sea imputado o condenado por “una ofensa extraditable” que se define “como un hecho punible según las leyes de los dos estados signatarios”.