Se agudiza escasez de alimentos en Venezuela

En los últimos diás, decenas de personas han saqueado supermercados, farmacias y hasta camiones que transportan alimentos

descripción de la imagen
elsalvador.com

Por Agencias Internacionales

2015-08-01 7:34:00

CARACAS. El pasado viernes, centenares de personas desesperadas por la escasez de alimentos saquearon depósitos de un supermercado a, tras escuchar que allí había arroz, café y harina. La Guardia Nacional (GN) apareció en vehículos blindados para retomar el control de las calles y los subsecuentes enfrentamientos dejaron un muerto y 60 personas arrestadas.

Horas después, en Valencia, una multitud de personas que llevaban horas haciendo cola para ingresar a un local de la cadena de farmacias Locatel perdió la paciencia y entre empujones intentó ingresar a la fuerza, pero fue contenida por la presencia militar.

Dos días antes, en Barrancas del Orinoco, estado Monagas, un grupo de cerca de 500 personas derribó el portón principal de un local de la cadena estatal PDVAL, y saqueó los productos que encontraron allí bajo la mirada ya resignada de efectivos de la GN que no lograron frenar la situación.

El desabastecimiento de productos está alcanzando niveles críticos en Venezuela, donde el colapso del modelo económico del chavismo ha dejado al país con cada vez menores recursos para alimentar a la población.

Y el descontento y desesperación de la población está generando situaciones de alta tensión y agitación social.

“Esto no es ‘guarimba’, esto es hambre”, dijo en Miami a El Nuevo Herald el analista Esteban Gerbasi, en referencia a los ocasionales cierres de calles registrados durante las manifestaciones estudiantiles del año pasado, conocidos popularmente como guarimbas.

“La situación está muy volátil. El régimen (de Nicolás Maduro) perdió el control de la situación de distribución de alimentos. Lo que estamos viendo es gente desesperada porque no tiene qué comer”, agregó.

A los incidentes en los establecimientos y almacenes se suman los saqueos de camiones que transportan alimentos u otros productos, eventos que se han tornado cada vez más frecuentes en las últimas semanas y que también están empeorando los problemas de desabastecimiento en el interior del país.

“Nosotros hemos estado arrastrando serios problemas de distribución y de escasez, pero ahora lo que comienza a presentarse es una situación de falta absoluta de inventarios, donde no haya nada que distribuir”, dijo Gerbasi. “Se está secando el pozo, y ya comenzamos a ver el barro”.

El director de la firma Económetrica, Angel García Banchs, señaló en mayo que Venezuela estaba en vías de agotar totalmente sus inventarios de productos.

“Esta es una realidad económica que el gobierno no puede cambiar, que no ha logrado hacerse en ninguna parte del mundo, que es mantener la economía de alguna manera artificial cuando los inventarios llegan a cero”, dijo García Banchs a El Nuevo Herald.

Según García Banchs, una desaparición abrupta de los inventarios significaría que millones de venezolanos simplemente no encontraría más allá de media docena de productos para comprar en los supermercados, lo que podría conducir a una crisis humanitaria en el país.

Para Antonio De La Cruz, director ejecutivo de la firma Inter American Trends, Venezuela está acercándose peligrosamente a ese punto.

“Los inventarios ya están muy limitados. La información que nosotros manejamos es que por ejemplo, los inventarios de arroz llegaban hasta esta semana. Una situación parecida sucedía también con el resto de los granos, maíz y el trigo”, dijo De La Cruz desde Washington.

El régimen hasta el momento ha defendido su modelo a capa y espada, aún cuando ya no tiene los ingresos petroleros para mantenerlos, y está consumiendo sus activos, incluyendo sus reservas internacionales, a un ritmo acelerado.

“Las políticas de control de cambio y de control de precios no podrán ser sostenidas por mucho tiempo más. Hasta ahora, se han mantenido por la existencia de inventarios. Pero cuando éstos terminen de agotarse, la caída del consumo va a ser espeluznante”, lo que va propiciar un urgente cambio del modelo, vaticinó Garcia Banchs.