Ataques a Obama y Clinton marcan primer debate republicano

Diez aspirantes a la candidatura republicana debatieron durante dos horas temas como inmigración, seguridad nacional, aborto, matrimonio homosexual, economía y salud

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elsalvador.com

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2015-08-06 10:16:00

WASHINGTON Los precandidatos republicanos a la Casa Blanca culparon anoche al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de debilitar al país con su política exterior y alertaron de las amenazas que plantean China y Rusia, durante su primer debate televisado y transmitido por la cadena Fox. 

En la sección del debate centrada en la política exterior de Obama se escucharon algunas de las frases más comentadas de la noche. 

“Los gobiernos ruso y chino saben más del servidor de correo electrónico de Hillary Clinton que el Congreso de Estados Unidos”, ironizó el gobernador de Wisconsin, Scott Walker. 

Walker aludió así a la polémica en torno a Clinton, la aspirante demócrata a la Casa Blanca favorita en los sondeos, por haber usado un correo electrónico personal para asuntos oficiales cuando era secretaria de Estado. 

También aludió a China y Rusia el senador por Texas Ted Cruz, quien dijo que ambos países están en una “ciberguerra” con EE.UU. 

Por su parte, el también senador Rand Paul (Kentucky) sostuvo que no tiene sentido “tomar prestado dinero de China” para enviarlo luego a todos los países a los que EE.UU. da ayuda financiera. 

Mientras, el neurocirujano Ben Carson alertó que las Fuerzas Armadas se han debilitado bajo el mandato de Obama y, en paralelo, los “enemigos” de EE.UU. se han hecho más fuertes. 

El gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, se pronunció en un sentido muy parecido y urgió a “fortalecer” a los militares, además de seguir considerando a Israel como “una prioridad” en política exterior. 

“Las Fuerzas Armadas no son un experimento social, se trata de matar gente y romper cosas”, comentó el exgobernador de Arkansas Mike Huckabee al ser preguntado sobre militares transexuales. 

El magnate Donald Trump también cargó contra la política exterior de Obama. “Tenemos un presidente que no tiene ni idea de lo que hace”, subrayó. 

El debate, de dos horas de duración, se realizó en el pabellón Quicken Loans Arena, el mismo lugar donde tendrá lugar el próximo año la convención para elegir al candidato republicano que aspirará a ocupar la Casa Blanca.

Inmigración, clave

Uno de los primeros temas abordados fue la inmigración. Trump se atribuyó el poner el tema en el tapete: “si no fuera por mí, ni siquiera estuviéramos hablando de inmigración”, dijo el magnate, al ser preguntado por uno de los moderadores del debate, sobre los polémicos comentarios en los que calificó de “violadores” y “criminales” a los inmigrantes mexicanos. .

 Trump y Marco Rubio insistieron en la necesidad de construir un muro en la frontera de EE.UU. con México, mientras que Jeb Bush abogó por eliminar las “ciudades santuario”.

“Tenemos que construir un muro y tiene que ser rápidamente”, enfatizó Trump, quien volvió a culpar a la prensa de haber distorsionado sus declaraciones sobre los mexicanos. 

El senador Rubio coincidió con Trump en que hay que construir un muro en la frontera y dijo que entiende la “frustración” de muchos estadounidenses ante la inmigración ilegal. 

Según Rubio, de origen cubano, la “mayoría” de los inmigrantes que llegan ilegalmente a EE.UU. “no vienen de México”, sino de países centroamericanos como Guatemala y Honduras. 

Por su parte, Bush, exgobernador de Florida, comentó que “hay que controlar la frontera” y abogó por eliminar las llamadas “ciudades santuario”, en las que las autoridades locales protegen de la deportación a inmigrantes indocumentados y donde, según dijo, “la gente está muriendo”. 

Bush también se mostró contrario a una “amnistía” para los inmigrantes indocumentados, al igual que el senador Ted Cruz. 

Aborto y matrimonio

Los aspirantes se mostraron duros contra el aborto, pero bajaron el tono con respecto del matrimonio homosexual, legalizado recientemente por el Tribunal Supremo. 

Bush, Rubio y Trump  se posicionaron contundentemente como “provida” y Trump, a quienes algunos acusan de tener posiciones más liberales en cuestiones sociales, aseguró que “odia el aborto”. 

Bush recordó que como gobernador de Florida eliminó fondos de Planned Parenthood, una organización de planificación familiar sin ánimo de lucro, y que fomentó que se aumentaran las adopciones, por lo que calificó su historial personal de “completamente provida”. 

Por su parte, Marco Rubio aseguró que “todas las vidas humanas, en todas sus etapas, merecen protección”, independientemente de “si pueden hablar o no, de si pueden contratar a un abogado o no”. 

En contraposición a la dureza mostrada contra el aborto, los aspirantes conservadores se mostraron mucho más suaves con respecto del matrimonio homosexual, legalizado el pasado 26 de junio por el Tribunal Supremo en una decisión histórica que anuló la potestad de los estados para prohibir las uniones entre personas del mismo sexo. 

“Fui a una boda de un amigo mío que es gay. Si una de mis hijas fuese lesbiana, por supuesto que la amaría y la aceptaría. Hay que tratar a todo el mundo con respeto. Amaré a mis hijas independientemente de lo que hagan”, respondió el gobernador de Ohio, John Kasich, a la pregunta de si aceptaría que una de sus hijas fuese lesbiana. 

El senador por Kentucky Rand Paul, de tendencia libertaria, dijo que no quiere que “su matrimonio o sus armas estén registradas en Washington”, e insistió en que el Gobierno no debe interferir en las creencias religiosas. —AGENCIAS.