Toneladas de tóxicos en Tianjin ponen en jaque a régimen chino

La posibilidad de un trato entre la empresa dueña del cianuro de sodio y altos funcionarios chinos cobra fuerza

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elsalvador.com

Por Agencias Internacionales

2015-08-17 9:30:00

PEKÍN.  El régimen chino confirmó ayer la existencia de al menos 700 toneladas de cianuro de sodio en el almacén del puerto de Tianjin (norte) en el que el miércoles se produjeron dos masivas explosiones, lo que amenaza el bienestar de la ciudad y pone al Ejecutivo del país en un nuevo aprieto. 

Según publicó ayer la agencia Xinhua, 18,000 contenedores resultaron dañados por las explosiones y, entre ellos, al menos 1,800 contenían químicos tóxicos como cianuro de sodio, mientras no hay información oficial sobre el resto. 

La confirmación de que los contenedores albergan cianuro de sodio es un jarro de agua fría para los residentes de la zona nueva del puerto de Tianjin, que llevan días quejándose de la falta de información y de su desconocimiento de vivir cerca de un almacén de productos químicos peligrosos. 

Además, algunos complejos residenciales, como el llamado Qi Hang Jia Yuan, se encuentran situados a unos 800 metros de sus instalaciones, por debajo de los 1,000 que impone la ley. 

Medio centenar de propietarios de viviendas destruidas por la explosión protestaron ayer junto a la sede del Gobierno local demandado a las autoridades que les den una nueva vivienda. 

“Queremos la verdad”, gritaron algunos de los manifestantes, que advirtieron de que presentarán demandas contra el dueño del almacén. 

La propiedad de la terminal es otro asunto controvertido, ya que, pese a que el titular oficial de la empresa Ruihai International Logistics, dueña del almacén, es Zhi Feng, quien “controla realmente” la compañía es Dong Mengmeng, según publicó hoy la prestigiosa revista financiera china “Caijing”. 

Dong resulta ser el hijo del exdirector de la Oficina de Seguridad Pública del Puerto de Tianjin, y ante quien responden los principales accionistas de Ruihai: Li Liang y Shu Zheng, con 55 y 45 por ciento de las acciones, respectivamente, según este medio. 

La incertidumbre sobre la naturaleza de las operaciones de la compañía se suma a otras posibles negligencias, como el desconocimiento de si los bomberos fueron informados de que había productos inflamables en el almacén cuando fueron a apagar un fuego previo, lo que pudo provocar la explosión ante el contacto con agua. 

El Partido Comunista chino quiso disipar ayer la desconfianza de la población sobre su gestión de la catástrofe con un curioso editorial en su periódico, el “Diario del Pueblo”, en el que subrayaba la transparencia del régimen en su lucha anticorrupción para convencer de que así será también con lo ocurrido en Tianjin.