BOGOTÁ. El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, aseguró ayer que su Gobierno defenderá con “firmeza” a sus ciudadanos tras la deportación de centenares de ellos desde Venezuela, pero aclaró que “esa firmeza requiere la sabiduría y la prudencia de la diplomacia”.
“No nos falta ni nos faltará firmeza para defender a todos nuestros connacionales, donde quiera que su seguridad se vea amenazada o sus derechos fundamentales violentados”, señaló Santos en un comunicado.
Al defender la importancia de la diplomacia, el jefe de Estado señaló que “la confrontación solo sirve a intereses políticos, individuales y electorales” y no “conduce a una solución satisfactoria”.
“Por encima de cualquier otra consideración, nuestra prioridad es ofrecer toda la ayuda humanitaria posible y rodear de garantías a todos nuestros compatriotas”, puntualizó Santos.
Fuentes oficiales confirmaron que unos 850 colombianos, de los cuales 170 son menores de edad, fueron deportados a su país desde Venezuela, tras el cierre de la frontera y las medidas de excepción ordenadas por el gobernante venezolano, Nicolás Maduro.
Santos ratificó que este miércoles se reunirán las cancilleres de Colombia, María Ángela Holguín, y Venezuela, Delcy Rodríguez, para “tratar personalmente” los problemas generados por “esta medida unilateral del Gobierno del país vecino” y expresarle su “preocupación e inconformidad por las denuncias sobre atropellos sufridos por colombianos en Venezuela”.
Los colombianos que han llegado deportados a la ciudad fronteriza de Cúcuta desde el pasado sábado han denunciado que hombres, mujeres y niños han sido víctimas de atropellos por parte de la fuerza pública venezolana en la ciudad de San Antonio y sus alrededores, y en muchos casos, sus casas marcadas con pintura para demolerlas.