Rousseff admite errores en economía brasileña

Admite que la crisis de la economía del país se mantendrá en 2016 

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elsalvador.com

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2015-08-25 9:00:00

BRASILIA. La presidenta brasileña Dilma Rousseff admitió que se equivocó en “tardar tanto en percibir que la situación de la economía era más grave de lo que imaginábamos”, y “no hay forma de garantizar” que el país salga de la recesión en 2016.

“Me equivoqué en haber tardado tanto en percibir que la situación era más grave de lo que imaginábamos”, señaló la jefa de Estado en una entrevista con tres periódicos locales publicada ayer.

“No se podía saber en agosto del año pasado”, justificó, en referencia al empeoramiento de los indicadores económicos y añadió que “no tenía indicios de que era una cosa de esta envergadura”.

Rousseff, cuya popularidad cayó a mínimos históricos a consecuencia de los escándalos de corrupción y de la recesión – que puede llegar al 3.0% este año, enfatizó en otra entrevista en programas radiofónicos que con toda probabilidad el curso de la economía no será “maravilloso” en 2016. 

“Vamos a tener un efecto China muy acelerado, todo el mundo piensa que se trata sólo de commodities y no es sólo eso”, declaró y agregó: “Estamos frente a una retracción del mercado internacional; vamos a tener que lidiar con la desaceleración internacional”. 

“No tengo forma de garantizar que la situación en 2016 será maravillosa. Muy probablemente no lo será. Pero tampoco será la dificultad extrema que muchos pintan. Vamos a seguir teniendo dificultades, incluso porque no sabemos cómo se va a comportar el mercado internacional”, dijo. 

“No estoy citando el tema China para decir que mañana vamos a tener una catástrofe, no estoy diciendo eso. Estoy diciendo que estamos ante una desaceleración que nos afecta sólo a nosotros en Brasil”, declaró hoy Rousseff al relacionar la situación en el gigante asiático con el escenario económico brasileño.

Datos publicados ayer situaron el índice de desempleo en el segundo trimestre de 2015 en 8.3%, 0.4% más que en los primeros tres meses del año, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).

Brasil publica esta semana sus datos oficiales de evolución del Producto Interior Bruto (PIB) para el segundo trimestre del año, pero los datos preliminares del Banco Central señalan que en ese período el país vivió una contracción de 2.49% y la recesión se aceleró en el segundo trimestre.

Analistas estiman que la recesión de la economía brasileña alcanzará este año 2.06%, la mayor de América Latina, tras Venezuela y se extenderá hasta 2016, cuando el pronóstico es que la actividad se contraiga 0.24 por ciento.

La situación económica y el impacto del escándalo de corrupción Petrobras, en el que está implicado medio centenar de políticos, dañaron la imagen de Rousseff, quien fue reelegida el año pasado pero cuya tasa de aprobación ha caído a mínimos históricos del 8 por ciento.

Como consecuencia de ese clima, la oposición convocó a protestas como las que el pasado 16 de agosto llevaron a la calle a miles de personas que exigieron la renuncia o destitución de la mandataria.

Según la Fiscalía, las grandes constructoras de Brasil obtenían de la petrolera contratos amañados, inflaban sus valores y repartían las diferencias con ex directores de Petrobras y políticos que amparaban esas maniobras.

En El Salvador, entre las empresas que resultaron ligadas al escándalo Petrobras están Odebrecht y Queiroz Galvão; seleccionadas por la CEL (Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa), durante el gobierno de Mauricio Funes, para ejecutar obras eléctricas en El Salvador.

Queiroz Galvão fue contratada para ampliar la presa hidroeléctrica 5 de Noviembre y Odebrecht fue preseleccionada para construir El Chaparral, cuyas obras fueron abandonadas a medias y pese a ello el Estado terminó pagando $108 millones.